CASA RODRIGUEZ, MODA INFANTIL

Casa Rodríguez
   Calle Urbieta, 28. Donostia – San Sebastián
  943 425 027
  tienda@casarodriguez.eu
  www.casarodriguez.eu

Son muchos los establecimientos que cada día nos abren sus puertas en San Sebastián… pero tiendas que lo lleven haciendo desde hace más de noventa años, sin perder un ápice de ilusión, yo diría que muy pocas. Casa Rodríguez es una de ellas, una tienda muy especial, ubicada en c/ Urbieta 28, y muy conocida por muchos donostiarras.

Casa Rodríguez es un comercio donostiarra “de toda la vida”… y toda una vida es lo que se ha compartido dentro de sus paredes: la intensa vida de tres generaciones de mujeres que han sido y son grandes luchadoras y emprendedoras, y que han invertido todo su esfuerzo e ilusión en un precioso negocio familiar, convirtiéndolo día a día, año tras año, en todo un referente de calidad y buen gusto para vestir a los más pequeños.

Las puertas de Casa Rodríguez llevan estando abiertas desde 1928, y por ello tienen algo muy especial que celebrar: sus noventa años de trayectoria familiar. Los propietarios, Mari Jose Rodríguez (Opa como la llaman cariñosamente), Arantxa, Juanjo, Ander y la hija de Mari Jose, Miren Arteche Rodríguez, nos contarán esa bonita historia que se esconde tímidamente tras sus paredes, y que nos habla de uno de los comercios más emblemáticos de nuestra ciudad. ¿Entramos?

Entrevista: Gemma Garbizu
Fotografía: Marian Etxebeste
Coordinación: Laura Manjarrés
Edición y postproducción: Filtro Creativo

Sin duda, Mari Jose, cumplir noventa años merece ser celebrado por todo lo alto… y precisamente de celebraciones sabéis mucho, ya que sois una gran referencia en vestidos para comuniones y bautizos.

La verdad es que este año es muy especial para nosotros y esperamos seguir con la misma ilusión otros diez años para celebrar el centenario. Esta tienda la abrió mi abuelo, Juan Rodríguez, un mes de febrero de 1928. Era un hombre muy inteligente y con “mucho ojo” que tenía un lema en su cabeza: “de las tiendas de buen gusto, la que más barato venda; así debe ser la tienda que voy a abrir”. Esa tienda pequeñita que abrió mi abuelo no tenía mucho que ver con lo que es ahora Casa Rodríguez… aunque la esencia nunca se perderá, por supuesto.

¿Cómo así llegó tu abuelo de Galicia a San Sebastián?

Mi abuelo nació en Galicia pero siendo muy joven vino a trabajar a Gallarta, Bizkaia. Posteriormente vino a San Sebastián donde entró a trabajar en Cementos Rezola, en Añorga, y se convirtió en la mano derecha del propietario (allí estuvo toda una vida, hasta su jubilación).

A media mañana salimos de Casa Rodríguez para dirigirnos al parque con nuestros pequeños y simpáticos protagonistas… 

Vestido de comunión en tul bordado y tocado hecho a medida de Casa Rodríguez. Conjunto de niño de Casa Rodríguez

¿Y por qué decidió abrir un negocio como Casa Rodríguez?

Mi abuelo tuvo muchos hijos, entre ellos a mis dos tías, Beatriz y Asunción. Eran tiempos de Guerra; mi tía Beatriz era maestra y mi abuelo no quería que por motivos laborales la destinaran fuera de aquí, así que se animó a montar un negocio que ambas pudiera regentar.

Tocado hecho a medida de Casa Rodríguez.

¿Y por qué eligió la calle Urbieta? Por aquella época esta zona era el extrarradio de la ciudad, estaba muy alejada del centro que era la Parte Vieja…

Efectivamente, la tienda estaba muy alejada del centro pero se encontraba situada muy cerca del mercado de San Martín, donde los caseros acudían desde sus caseríos para vender su leche y sus productos en los puestos que había. Mi abuelo pensó que sería buena zona, ya que la gente venía en carro desde diferentes lugares y pasaban por allí… Pero es verdad que algunas personas no pensaban como mi abuelo: cuando se inauguró la tienda, una buena mujer ya dijo: “qué van a hacer estas pobres chicas tan alejadas del centro”…

Vestido de comunión en tul bordado y tocado hecho a medida de Casa Rodríguez.

Menos mal que esa mujer se equivocó de lleno…

Pues sí, afortunadamente mi abuelo tuvo buen ojo a la hora de elegir el emplazamiento. Recuerdo que el día de la inauguración vino mucha gente, colocaron en la calle una muñeca vestida con un traje de comunión y que sostenía en sus manos una bandeja con caramelos. También recuerdo que, siendo niña, muchas “caseras” venían a nuestra tienda después de haber trabajado en el mercado; sacaban su billetes del delantal para pagar por aquellas medias o aquellas telas que acababan de comprar.

Me imagino que por aquellos tiempos Casa Rodríguez no tenía nada que ver con lo que es ahora, ¿no?

Nada que ver, no. Era una tienda mucho más pequeña donde mis tías, Beatriz y Asun, vendían telas, mantillas, medias y alguna ropa de niño. Era un concepto muy diferente al de ahora, ya que en la parte trasera había un taller donde las mujeres que estaban a punto de casarse venían para aprender a  coser. Beatriz era maestra y Asun estudió Corte y Confección. Ambas cosían muy bien y hablaban francés, al haber estudiado con las monjas del sagrado corazón. Creo que hasta hubiesen aprendido chino si les hubiera hecho falta (risas); eran mujeres muy avanzadas para su tiempo y unas excelentes comerciales.

Pero la ropa que tenían tus tías no era comprada como ahora, que la adquirís a diferentes firmas proveedoras…

En absoluto… todo se realizaba en el propio taller. Mis tías vivían en el barrio de Añorga pero, entre semana, se quedaban en la tienda donde se había habilitado una pequeña vivienda. Por esa época, trasladarse todos los días desde la calle Urbieta hasta Añorga hubiera sido una odisea. Junto con mis tías cosían un grupo de mujeres: algunas aprendían a coser para ellas y otras cosían artículos textiles para la tienda. Cuando salía el sol solían sentarse en la calle a coser, pasaban momentos muy agradables mientras charlaban… y cantaban.

Tocado de Casa Rodríguez.

Vestido de comunión en tul bordado y tocado hecho a medida de Casa Rodríguez. Conjunto de vestido y tocado de Casa Rodríguez.

¿Cantaban? ¡Qué bueno!, pues sí que lo pasaban de cine…

Solían cantar muy a menudo y, según cuenta la gente, era una delicia escucharles. Obviamente, por aquel entonces la tienda no tenía el trasiego de gente que tiene ahora. Pero poco a poco la tienda fue siendo más visitada y se fueron cosiendo más artículos: vestidos para niñas, ropa para bebés, pantalones para niños, juegos para vestir las cunas y los cochecitos… Mi abuelo tenía una gran preocupación por el precio: él quería que Casa Rodríguez fuese una tienda al alcance de todos, no quería que fuese una tienda elitista solo para gente con poderío económico.

Poco a poco la tienda fue convirtiéndose en un referente, ¿no?

Sí, poco a poco fueron ampliando su oferta de productos y su equipo de personas. Por aquella época el top en vestidos de comunión era Casa Iriondo, que tenían una calidad impresionante en cuanto al trabajo manual de sus vestidos. Casa Rodríguez hizo un primer encargo de un vestido de comunión para una clienta, y resultó tan bien que se fueron especializando en vestidos de comunión a la vez que en ropa de niño. Ya eran los años setenta, pero en esos tiempos  no existía el prêt à porter, todo se hacía por encargo. Mis tías fueron contratando a modistas, todas eran del barrio de San Roque.

¿Pero tus tías también seguían cosiendo?

Sí claro, si a mi tía Beatriz le encargaban que cosiera la ropa para un cochecito a primera hora de la mañana, para media mañana ella misma ya lo había podido realizar sin problema: era una máquina (risas), y con lo que sobraba de la cuna era capaz de hacer un vestido; “cien por cien beneficio”, decía.

Tocado de Casa Rodríguez.

Corona de Casa Rodríguez.

Recuerdas con un enorme cariño a tus tías… tendrás tantos recuerdos, Mari Jose, …o mejor te llamo Opa.

Aunque me llamo Mari Jose, casi todo el mundo me llama Opa; somos de Ulía y cuando era niña había una mujer a la que llamaban así (luego a mí también me empezaron a llamar como a ella). En cuanto a mis tías, eran unas grandísimas personas que me enseñaron ¡tantas cosas!… Yo era bastante salsera y me encantaba trastear en la tienda: recuerdo siendo muy pequeña estar subida a una banqueta diciendo a una clienta: “este babero le iría muy bien a su bebé: ¡cómprelo!”, qué pensaría ella (risas). Yo era muy niña pero recuerdo perfectamente dónde se guardaban las cosas, recuerdo a las dependientas, a las modistas… jugar con el hijo de Tere que era la planchadora en la tienda: éramos una gran familia.

Conjunto de vestido y tocado de Casa Rodríguez.

¿Era muy importante la figura de la planchadora?… la de horas que se pasaban planchando, ¿no?

Era un trabajo enorme, en esa época todo se almidonaba y encañonaba con aquellas planchas que tardaban mucho tiempo en dejar la ropa sin una sola arruga. Pero había que dejarla perfecta, era nuestra forma de hacer las cosas y la sigue siendo.

Conjunto blanco ideal para cualquier celebración y corona de Casa Rodríguez.

Dime Opa, aunque llevas muchos años al frente de Casa Rodríguez tú estuviste en la Universidad, ¿no?

Cómo para no estudiar, con la importancia que le daba mi padre a los estudios… Mi padre junto con otros empresarios creó la escuela de estudios superiores técnicos de Gipuzkoa, y también la escuela superior de técnica empresarial. En esa época no era muy habitual estudiar una carrera y menos una mujer. Yo cursé la carrera de empresariales en la ESTE; en mi curso estábamos cinco mujeres frente a ciento treinta hombres. La verdad es que me encantó la carrera y creo que estudiar es muy importante para adquirir una buena base en la vida.

¿Y cuándo te pusiste al frente de esta tienda?

Llevo más de 45 años dirigiendo este comercio y, desde hace ya unos años, me ayudan mis hijas, Miren y Maialen. Me hice cargo de la tienda porque mis tías se iban haciendo mayores y le comentaron a mi padre su intención de traspasar el negocio. Mi padre aceptó pero con una condición: debía estudiar una carrera. Por la mañana iba a la universidad y por la tarde venía rechiflada a la tienda.

A los años, se fueron incorporando tres de tus hermanos, ¿no es así?

Efectivamente, a los años comenzó a trabajar en la tienda mi hermana Arantxa, que es ingeniera industrial, y posteriormente se incorporaron otros dos hermanos míos, Juanjo y Ander. Ellos tres han sido imprescindibles para la buena marcha del negocio: impulsaron por ejemplo la venta online de la tienda. Mi hermana Arantxa actualizó todo el sistema informático además de encargarse de otras importantes tareas como acudir a las ferias. Mis dos hermanos llevan toda la contabilidad y la gestión de pedidos así como el almacén, siendo un respaldo fundamental para el negocio familiar.

Y tú Opa… ¿sabes coser?

En realidad no sé coser, lo mío es el trato con la gente, aunque hace poco me atreví a cortar y preparar un traje de comunión que me han cosido en el taller, y debo decir que me ha quedado muy bien (sonríe). La que sabe coser de maravilla es mi hermana Arantxa, que ha estado muchísimos años conmigo en la tienda, aunque ella estudió ingeniería industrial.

Los relevos generacionales forman una parte importante en la trayectoria de Casa Rodríguez… ¿Ha cambiado mucho su filosofía empresarial?

La tienda ha cambiado sí, porque obviamente nos hemos tenido que adaptar a los nuevos tiempos y tendencias del mercado. Pero por supuesto que continuamos con la filosofía que tenían mi abuelo y mis tías, en el sentido de ser un comercio que pone todo su corazón en lo que hace, estando abierto “de par en par” a todos los que quieran entrar a vernos, tanto si es para comprar como si es para preguntarnos cualquier cosa en la que podamos ayudarles.

¿Habéis ampliado mucho vuestra oferta de productos?

Sí, llevamos años ampliando varias líneas como por ejemplo la de puericultura. Un recién nacido te cambia la vida y nosotros tratamos de ayudar a nuestros clientes a encontrar todo lo necesario para que su bebé esté cómodo tanto en casa como en la calle. Contamos con firmas muy buenas tanto en cunas como en cochecitos para bebes y niños, que desarrollan excelentes productos muy funcionales y seguros. Y también tenemos una amplia oferta en textiles: saquitos, mantas, sábanas, cambiadores, baberos… Comercializamos más de veinticinco marcas, escogiendo con mucho mimo los mejores artículos para nuestros clientes, bien por su diseño, por su calidad o por ser muy diferentes y especiales.

Borsalino de Casa Rodríguez.

Conjunto vestido boho chic y chaqueta de Casa Rodríguez.

También tenéis preciosas colecciones en ropita para bebé…

Sí, contamos con una completa gama de prendas con tejidos muy confortables para los más pequeños de la casa. En un comienzo nuestra oferta se ceñía más a casas españolas, como algunas de Barcelona y Zaragoza que son ciudades donde había las mejores casas textiles. Ahora, además de contar con marcas españolas de mucha calidad, tenemos firmas internacionales. Y además de comercializar artículos de diferentes firmas, también realizamos encargos a medida.

Chaqueta de Casa Rodríguez.

Chaqueta de Casa Rodríguez.

Y sois todo un referente en trajes de comunión y de fiesta…

Todos los años, el día dos de enero, los escaparates de Casa Rodríguez cambian de color, mostrando prendas en tonos claros y con mucho “alma”. Son nuestros vestidos de comunión, desde vestidos con cortes sencillos pero con maravillosas telas como la organza, la seda natural y el organdí suizo, hasta otros diseños menos clásicos pero con mucho encanto y buen gusto. Y los presupuestos son también muy variados, para todos los gustos y “bolsillos”, que es algo muy importante a tener en cuenta por supuesto.

Conjunto vestido boho chic de Louise Misha, borsalino y bolsito de Casa Rodríguez.

Hablando de tendencias, ¿han cambiado mucho las líneas de los vestidos?

Sí que han cambiado mucho, antes se llevaban mangas muy voluminosas (se les llama “mangas jamón”) y añadidos tipo babero, faldas con muchas lorzas… ahora se llevan más los vestidos de mangas ajustadas y algunos con ciertos toques de color. En cuanto a los tejidos, se llevan además los tules o los bordados que se arrugan menos. Pero en Casa Rodríguez no solo vendemos vestidos nuevos; también podemos modificar vestidos que ya están hechos. Pueden traernos por ejemplo vestidos antiguos o heredados que quieran arreglar, o con faldas maravillosas cuyo cuerpo quieran modificar, y también ofrecemos encantadas ese servicio.

¿Y en los niños? ¿Sigue llevándose el clásico “marinero”?

Sí, aunque la lana se ha sustituido por telas más sintéticas y los pantalones son mucho más estrechos que antes. También se sigue llevando algo el traje de almirante, aunque cada vez menos, y ahora muchos niños van “de calle”, con un pantalón vestido gris o beis, y chaqueta con camisa y corbata.

Y no podemos dejar de mencionar los trajes de fiesta… háblame de ellos.

Efectivamente, también llevamos muchos años ofreciendo ese traje especial para vestir a los niños con motivo de las celebraciones más diversas: bodas, bautizos, invitados a una comunión… Desde “looks” muy elegantes y clásicos hasta estilos muy especiales con mucho toque de diseño: solemos ir a ferias para saber cuáles son las últimas tendencias en cada momento.

Conjunto súper refrescante de blusón y pantalón unisex y conjunto vestido boho chic y chaqueta Casa Rodríguez. 

Cuéntame, Miren, vuestros “pequeños clientes” van desde los cero hasta los dieciséis años, ¿no?

Sí, pero en algunas marcas, tenemos hasta la talla dieciocho, para que los niños más espigados o corpulentos también puedan encontrar ese traje con el que sentirse a gusto. En invierno tenemos mucha ropa de abrigo, desde plumas con capuchas de pelo natural hasta parkas o abrigos… y en verano tenemos todo tipo de prendas para bebes y niños, y también bañadores.

Supongo, Miren, que habrá madres que llevarán muchísimos años viniendo a la tienda…

Algunas clientas toda una vida ¡yo igual ni había nacido! Algunas mujeres que nos siguen visitando hoy en día para comprar ropa a sus nietos ya venían en los comienzos a coser o a comprar para ellas. Luego se convirtieron en madres que venían a comprar para sus hijos… y ahora son abuelas que quieren hacer felices a los hijos de sus hijos.

Tu madre, Miren, nos ha contado que estudió empresariales en la ESTE, ¿y tú?

Yo también estudié en Deusto como mi madre. Y al igual que ella, desde muy pequeña me encantaba venir a la tienda a ayudar y a salsear. Venía a marcar chaquetas, a escuchar como hablaban mis tías abuelas en sus divertidas “charletas” mientras trabajaban… recuerdo como si fuera ayer ese cuarto lleno de telas… o ese otro cuarto con sus genuinos sillones de sky azul donde las niñas se probaban sus vestidos de comunión.

Y en la tienda te quedaste…

Sí… para disgusto de mi padre al que le hubiera encantado que me hubiese dedicado al mundo empresarial (risas). Hice unas prácticas en la empresa Krafft de Andoain y yo pensaba: “¿que hago yo aquí cuando a mi lo que me gusta es la tienda?”.

En Casa Rodríguez sois una gran familia…

Sin ninguna duda, y no podemos dejar de mencionar a nuestras chicas: Marta, Marian y Leire, porque sin su gran labor atendiendo a los clientes no seríamos lo que somos.

¿Siempre te ha gustado la moda?

Sí, y al igual que a mi madre me gusta mucho el contacto con la gente. En la tienda trabajamos yo y mi hermana Maialen, que estudió diseño de moda en Barcelona y que ha heredado el “arte” de mis tías en el sentido de que también sabe coser de maravilla.

Y seguro que para el día de tu comunión pudiste elegir entre los cientos de vestidos de la tienda.

¡Pues no has acertado! (Miren se parte de risa aunque el enfado todavía le dura). Yo era tan buena que tuve que ponerme el “vestidazo” que me hicieron mis tías para mí. El vestido sería precioso, no lo dudo, pero yo quería ir de princesa y ¡no hubo manera! Mi hermana también quería llevar un “Sisí” pero en su caso tampoco se salió con la suya; fuimos unas incomprendidas (risas).

Conjunto súper refrescante de blusón y pantalón unisex de Casa Rodríguez. 

Para terminar Miren, ¿piensas que en España hay buenas marcas textiles?

Sin duda, de hecho, en trajes de comunión, España siempre ha sido un gran referente contando con firmas excelentes. Yo he solido ir mucho a ferias con mi tía Arantxa, y sigo yendo siempre que puedo. Ahora la moda española también marca tendencia, cuando antes lo hacían más las firmas internacionales como los nórdicos. Los portugueses también dominan el sector textil, tienen casas muy buenas. Y, por supuesto, tenemos otras marcas europeas como las francesas o italianas que son muy buenas elecciones en moda infantil y juvenil.

La verdad es que se nota que a Opa y a su hija, Miren, les apasiona su trabajo. Durante toda la entrevista no han dejado de desconectar de sus responsabilidades, atendiendo a las dependientas y a las clientas siempre que les han pedio ayuda.

¡Muchas gracias por todo!… y que sigáis cumpliendo con tanto acierto el sueño de muchos niños.

CASA RODRÍGUEZ

LOOK 01

  • Vestido de comunión en tul bordado de Tete y Martina.
  • Tocado de Miss Garland hecho a medida.
  • Conjunto niño de Arsene et les Pipelettes.


LOOK 02

  • Conjunto de vestido y tocado de Les Enfants de L’eden by Hortensia Maeso.
  • Conjunto blanco ideal para cualquier celebración de Amaya for kids.
  • Espectacular corona de Les Enfants de L’eden by Hortensia Maeso.


LOOK 03

  • Conjunto boho chic de vestido de Louise Misha, chaqueta Piupiuchick, borsalino y bolsito de Ikks Junior.
  • Conjunto súper refrescante de blusón y pantalón unisex de Piupiuchick.

¡Hasta la siguiente publicación! ¡Estad atentos!

¡Nos vemos!

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