BODEGAS MURILLO VITERI, LA RIOJA

Louis Pasteur, el conocido químico y microbiólogo del siglo XIX, fue el auténtico padre de la enología moderna. Él aseguraba que “hay más filosofía y sabiduría en una botella de vino que en todos los libros”. Ciertamente, cada sorbo de vino es un bocado de historia, tradición, cultura, arte y por qué no decirlo, seducción. El vino enamora y cuenta historias que perduran…

Érase una vez… Una familia agrícola y vitivinícola, allá por comienzos del siglo XIX, en un pueblo de la Rioja, Cenicero. Su historia es el acontecer de la vida, la familia y de un nombre, Murillo Viteri. Su buen hacer bodeguero es la raíz de una conciencia sobre medio ambiente, accesibilidad, reciclaje, nuevas tecnologías y ahora en pleno siglo XXI, de la valorización de la mujer. Hoy queremos contar su historia degustando sus vinos, saboreando su verdadera leyenda.

Estamos en la zona vitivinícola Denominación de Origen Calificada Rioja. Exactamente en la Majadilla, en la localidad riojalteña de Cenicero. Las instalaciones son modernas, sin embargo ya es la sexta generación de bodegueros Murillo Viteri. O deberíamos decir de bodegueras, porque Andrea Murillo ya está inmersa en el nuevo liderazgo. Ella es una profesional joven con un máster en Burdeos sobre Marketing y Comercialización del Vino, quien nos guía en su propia historia, acompañada por los actuales gerentes y familiares, Iñaki y Patxi Murillo. Hemos venido a descubrir las raíces más profundas de las Bodegas Murillo Viteri, en Cenicero.

Bodegas Murillo Viteri
La Majadilla s/n. La Rioja.
  944 495 839
  imurillo@bodegasmurilloviteri.com
  www.bodegasmurilloviteri.com

Entrevista: Ewa Murillo
Fotógrafo: Fernando Cortés
Videógrafo: Iñigo Salaberría
Coordinación: Ewa Murillo
Edición y postproducción: Filtro Creativo

BODEGAS MURILLO VITERI

Hola Andrea. Perteneces a una bodega pequeña y familiar, está clara tu vinculación, pero ¿cuándo eres consciente de tu interés por formar parte de la sexta generación?

El vino ha estado siempre presente en mi vida y en la de mi familia, y esto me ha permitido conocer el mundo del vino y formar parte de él desde pequeña. En mi casa nunca ha faltado una botella de vino encima de la mesa, y siempre lo he considerado algo natural, de nuestro día a día.

Cuando finalicé mis estudios en Administración y Dirección de Empresa comencé a interesarme más profesionalmente por el modelo de negocio de nuestra bodega. Tras unos años fuera, decidí dar el paso e involucrarme en Bodegas Murillo Viteri.

Has vivido desde pequeña y has formado parte de todo el proceso, ¿verdad?

Sí, he crecido entre cántaras de vino, viñedos y barricas, yendo a vendimiar con mi padre, primos y tíos, subiéndome en el tractor para ir por las viñas, conociendo y probando los diferentes tipos de uvas, paseando por nuestro calado centenario con mi abuelo…

Y no sólo es que te venga de familia, también te has preparado académicamente…

El mundo del vino es infinito, y te da la posibilidad de conocer y aprender cosas nuevas continuamente, por lo que para completar mi formación de manera profesional decidí ir a Francia a hacer un máster. Actualmente estoy cursando el MBA Wine Marketing and Management en Burdeos, lo que sin duda está siendo una experiencia muy enriquecedora y me está ayudando a ver el mundo del vino desde diferentes perspectivas.

En la entrada de la bodega se aprecia la unión entre tradición y modernidad. ¿Cómo combináis ambos registros?

Consideramos imprescindible saber adaptarnos a las tendencias actuales. En la trayectoria de nuestra bodega, pasado, presente y futuro conviven dando lugar a unos vinos únicos, fieles a nuestro estilo. Hemos incorporado la más alta maquinaria y tecnología en el proceso de elaboración para poder seguir haciendo el vino como lo hacía nuestro bisabuelo.

Tradicionalmente el vino se ha percibido como un producto elitista, pero lo que nosotros queremos conseguir es posicionarlo como un producto para disfrutar y compartir, y lo ponemos al alcance de todo el mundo a través de nuestra web www.bodegasmurilloviteri.com. No tienes que ser un experto o tener un curso de cata para poder disfrutar de un buen vino y saborearlo.

La barrica decorada que hay en la entrada de la bodega, forma parte de la iniciativa “Barricas solidarias” que lleva a cabo Bodegas Murillo Viteri junto con la asociación de diversidad funcional FormArte. En esta línea, es una bodega pionera en accesibilidad al 100%. 

Cuéntame Iñaki, tenéis maquinaria muy puntera en la bodega…

Los depósitos térmicos con control de temperatura, la prensa, el proceso de despalillado o la etiquetadora automática nos ayudan a ser más eficientes en nuestro trabajo. Aun así, el proceso de elaboración de un buen vino empieza desde la tierra. Aunque contemos con herramientas y maquinaria que agilicen las labores en el campo, ningún artilugio podrá sustituir al criterio y ojo experto de nuestros viticultores para determinar el momento óptimo de poda o de vendimia.

¿Cuál es la clave de vuestro éxito?

Nuestro éxito ha sido formar parte de todo el proceso, participar de él, sentir cada cosecha como si fuera la mejor. Nuestra pasión es tan real como nuestra felicidad. Nos dedicamos a elaborar vino porque lo sentimos en nuestras venas.

Seguro que parte de vuestro éxito también se encuentra en vuestra manera natural de trabajar…

Efectivamente, realizamos el 100% de nuestra vendimia de manera manual, tal y como lo hacían nuestros antepasados, para poder garantizar la selección de los mejores racimos. Controlamos su formación para ofrecer lo mejor de cada añada. Que destaque su esencia y carácter, lo que le confiere una personalidad única.

El tiempo pasa y todo cambia. Con tantos años en la bodega a tus espaldas Patxi, ¿la filosofía de Murillo Viteri ha cambiado?

No, nuestra filosofía de empresa y nuestro propósito es elaborar vinos con una estupenda relación calidad-precio, eso no ha cambiado desde que se abrió esta bodega. Esos valores son los que nos hacen posicionarnos en la mesa y bodega de miles de consumidores como su vino de referencia.

Se puede decir entonces que vuestros clientes confían mucho en vosotros.

Lo que nosotros ofrecemos es el vino de confianza que cada consumidor tiene en casa, al que saben que siempre pueden acudir porque es una apuesta segura. Nuestros vinos son como esos pantalones negros que tienes de “fondo de armario”, puedes experimentar y probar cosas nuevas de cada colección, pero sabes que esos pantalones son algo básico en tu vestidor. Los vinos de Murillo Viteri son suaves, redondos y fáciles de beber, perfectos para descorchar y disfrutar en cualquier ocasión.

Andrea, formas equipo con tu padre, Patxi y tu tío Iñaki, ¿trabajar con la familia es fácil?

Me siento afortunada de poder formar parte del equipo de Murillo Viteri con mi padre y mi tío, trabajar con ellos ha sido muy sencillo desde el principio, ya que nos complementamos. Cada uno tenemos un papel diferente en la bodega, lo que hace más sencilla la gestión y la convivencia. Tenemos la suerte de llevarnos muy bien todos, pero es importante mantener la relación familiar y profesional por separado. En la bodega se habla de trabajo y de vino, y en casa de temas personales… ¡aunque realmente también algo de vino!

La bodega cuenta con una gran terraza y unas vistas inmejorables a toda la viña.

Tu incorporación a la bodega le aporta un aire fresco…

Mi visión es nueva y joven. Ellos saben escuchar todas las opiniones antes de tomar decisiones importantes. Tanto Iñaki como Patxi han confiado en mí desde el principio para desarrollar nuevos proyectos, permitiéndome aportar ideas nuevas y opiniones diferentes. 

Y no sólo inauguras el cambio generacional, también el de género siendo la primera mujer de la familia en participar activamente en la gestión de la bodega… ¿Cómo afrontas el reto?

Con mucha ilusión y energía. El vino ya no es sólo cosa de hombres. Estoy orgullosa de poder formar parte de este cambio, no solo generacional, sino también de género. Los jóvenes llegamos pisando fuerte, sin estereotipos ni distinciones. Cada vez somos más las mujeres que formamos parte de este apasionante mundo, ya sea como enólogas, vinateras, bodegueras o llevando la gestión.

Podemos decir entonces que vuestra bodega se alinea con la actualidad…

En Bodegas Murillo Viteri formamos un equipo integrado por personas, sin distinción de género. Hoy en día, nuestra cultura empresarial se basa en sumar y aportar profesionalidad. Aun así, todavía quedan algunos mitos por desmentir y mucho trabajo por hacer en el sector para conseguir una igualdad real.

En lo que al mundo del vino se refiere, ¿cómo afecta la cuestión de género?

Según las últimas encuestas realizadas por AMAVI (Asociación para Mujeres Amantes del Vino) solamente el 4% de las mujeres afirman que se les ofrece la carta de vino en primera instancia al ir a un restaurante. Las mujeres sabemos tanto como los hombres de vinos. Por eso animo a todas las parejas a decidir el vino a catar entre los dos.

Dicen que hay un tipo de vino para el hombre y otro para la mujer… ¿qué opinas?

Que es hora de desterrar el mito de que ciertos vinos, como los blancos y rosados, son para mujeres; es un cliché anticuado que además no se cumple. Según he comprobado con los datos de nuestra tienda online, las mujeres optan por el vino tinto en un 62% de los casos. El vino Reserva Murillo Viteri, seguido del Crianza Murillo Viteri, es el más demandado por nuestras clientas, quienes nos trasmiten que prefieren el vino tinto con cuerpo y estructura.

La venta online aumenta cada vez más, ¿cómo se refleja en vuestro sector?

La venta online de vino va en aumento, además el 54% de las visitas a nuestra web www.bodegasmurilloviteri.com son realizadas por mujeres. Esto significa que somos nosotras quienes tomamos la iniciativa a la hora de elegirlo. El vino es sobre todo pasión, y eso lo entendemos igual hombres y mujeres. Es un gran momento para el vino, no deja de crecer en popularidad y también para las mujeres, que nos estamos haciendo un hueco en este mundo.

Vuestra bodega se caracteriza por ser pequeña, familiar y con mucha atención en primera persona, al tiempo que trabajáis las nuevas tecnologías. ¿Cómo aplicáis ambos conceptos?

Tenemos amigos, no clientes, y por tanto tratamos de ofrecer a cada uno de ellos un servicio y una atención personalizada. Somos una bodega familiar en la que priorizamos el factor humano. La relación entre el equipo de Bodegas Murillo Viteri y nuestros clientes es lo primero. Hace años que estamos presentes en Internet, ofreciendo nuestros vinos a través de nuestra propia tienda online. También son cada vez más los clientes que nos pasan pedidos por WhatsApp. Estas nuevas tecnologías no nos han alejado del trato directo con nuestros clientes, sino todo lo contrario, pues ofrecemos un servicio más rápido y cómodo para los consumidores.

La cercanía es vuestra seña de identidad entonces…

Nos mostramos cercanos y transparentes, tratando de ofrecer un servicio y un vino que se adapte a las necesidades de cada uno al 100%, tanto con los clientes particulares como con los profesionales. Para eso, visitamos a nuestros clientes de restauración semanalmente, además de realizar comidas y visitas a la bodega habitualmente. En cuanto a nuestros clientes, conseguimos esa cercanía evitando intermediarios, con una venta directa sin pasar por las grandes superficies. Con nuestros clientes de la tienda online, tenemos un trato directo por teléfono o correo.

Se ve que cuidáis mucho a vuestros clientes.

Recibimos decenas de llamadas diarias para preguntarnos por la evolución de un vino, pidiendo consejo sobre diferentes añadas, felicitándonos por el éxito de la última botella de vino abierta, o para ayudarles a decidir el vino perfecto según sus gustos y la ocasión. La atención pre- y post-venta y la relación personal que mantenemos con nuestros clientes, quienes nos llaman por nuestro propio nombre, es sin duda uno de nuestros puntos fuertes.

Dime Iñaki, en 2006 añadís a la vieja bodega una nueva instalación éticamente responsable: medioambiental, sostenible, accesible y de reciclaje… ¿Cómo surgen estas ideas?

En todas las familias hay páginas o capítulos oscuros… en la nuestra también. Nuestro bisabuelo estuvo preso en la cárcel de Logroño por boicotear los primeros ingenios mecánicos que aparecieron en el campo. Creía que destrozaban la naturaleza y que perjudicarían a la vida. Ya ves, ¡la locura se hereda! (Los tres ríen con complicidad)

Además de esa locura, también habéis heredado el amor por la tierra, ¿verdad Andrea?

Mi abuelo Paco nos ha enseñado a cuidar a la madre Naturaleza y a agradecer todo lo que nos ofrece, ya que es el punto de partida para poder elaborar vinos de calidad. Apostamos por la responsabilidad social y medioambiental, lo que nos ha otorgado el prestigioso galardón internacional “Best of Wine Tourism“. Somos la primera bodega europea de nuestro tamaño en eliminar todas las barreras arquitectónicas para poder ofrecer una visita 100% accesible a personas de movilidad reducida e invidentes. Respetamos el medio ambiente a lo largo de todo el camino, desde la climatización natural de nuestra nave de barrricas, el reciclaje y la reutilización de botellas, el ahorro energético… Incluso cuando dos hermanos murcianos nos contaron su loca idea de crear tablas de surf con corchos reciclados, no dudamos en colaborar con ellos y subirnos a la ola. 

También creásteis “Barricas solidarias”, háblame de esa iniciativa.

“Barricas solidarias” consiste en dar una segunda vida a barricas antiguas. Cada una de ellas ha sido convertida en una obra de arte por los miembros con diversidad funcional de la asociación sin ánimo de lucro FormArte, para después subastarlas y recaudar fondos para seguir formando a estos grandes artistas.

Cuidáis mucho del futuro entonces…

Pertenezco a la sexta generación de bodegueros, y me gustaría que la séptima se encontrase nuestro entorno igual de bien o mejor de lo que me lo he encontrado yo, para poder seguir disfrutando de tan bella profesión, que se sufre y se disfruta con la misma pasión que un primer amor.

Hablemos de vuestros vinos Patxi. ¿Cuántos tipos de vinos producís?

Elaboramos vinos tintos, blancos y rosados amparados por la DOCa Rioja. Ofrecemos una producción limitada de botellas que hablan de nuestro terruño (La Rioja Alta), de nuestras costumbres, de los viñedos y nuestros sueños. Nuestros vinos más preciados y demandados son los vinos tintos criados, con nuestro característico estilo suave, redondo y fácil de beber.

Me encantaría conocer vuestros vinos más característicos… ¿por dónde empezamos?

Crianza Aranzubia y Crianza Murillo Viteri, nuestros dos crianzas, causan sensación allí donde van y sorprenden a los más exquisitos paladares con sus notas a frutos rojos. Son fáciles de beber y perfectos para el día a día.

Nuestro Reserva Murillo Viteri es un vino elegante, con aromas a madera y vainilla y con un final largo, es perfecto para maridar tus ocasiones más especiales.

Y el vino Expresión es la niña bonita de nuestra casa (Patxi mira con complicidad a su hija Andrea). Es un Vino de Autor elaborado con una selección de los mejores racimos de nuestros viñedos.

¿Y si tuvieras que quedarte solo con uno?

Pregunta difícil… Pues depende de la ocasión. Como dice mi abuelo, el mejor vino es el que empieza y acaba con una sonrisa, ¡y de eso también sabemos mucho!

Veo que tenéis vinos con etiquetas diferentes ¿están personalizados?

El vino es nuestro fiel compañero en todos los buenos momentos de nuestra vida. Hemos lanzado una línea de botellas personalizadas con la marca “Naturium” para hacer más especiales esos momentos. Puedes elegir entre nuestro vino Naturium Crianza o Naturium Reserva, para después optar por alguna de nuestras etiquetas fáciles de personalizar o diseñar la tuya propia. El vino personalizado es una alternativa original para sorprender a familiares y amigos, aportando un toque divertido, personal y distinto a las reuniones.

En un mercado tan competitivo como es el del vino, ¿cómo se prima la calidad ante la cantidad?

El mimo y esmero que ponemos cada uno del equipo en todo el proceso de elaboración y crianza de nuestros caldos es la clave para conseguir una calidad excelente. Nos gusta hacer las cosas despacio, poniendo especial atención en cada detalle y cuidando cada botella de vino como si fuese única. Huimos de la tiranía de las grandes superficies, no queremos maltratar nuestro vino dejándolo meses de pie en estanterías con cambios de temperatura y tirar por tierra el trabajo de generaciones. Además, la tendencia en el sector es la de un consumo más moderado, pero de mejor calidad, por lo que creo que lo estamos haciendo bien.

Estáis ubicados en una zona vitivinícola privilegiada, ¿qué os aporta?

La Rioja ha sido históricamente una denominación de vinos tintos, donde las barricas han sido su seña de identidad y el tempranillo su uva reina. Hoy en día estamos abiertos a nuevas variedades y estilos de vinos, pero el reserva de la DOCa Rioja sigue siendo uno de los vinos favoritos. Nuestro Reserva Murillo Viteri es el vino de referencia de la mayoría de nuestros clientes. Las valoraciones y comentarios de los consumidores son excelentes, y la experiencia nos dice que quien lo prueba, repite.

La venta online supondrá un gran reto… de la viña a la mesa como decís vosotros.

¡Así es! Han cambiado mucho los hábitos de los consumidores y cada vez son más las personas que optan por la compra online. Nuestros clientes agradecen la facilidad del diseño de nuestra página web www.bodegasmurilloviteri.com. Hoy en día la presencia online es necesaria, pero tampoco hay que olvidarse de la atención al cliente, aunque sea de manera digital, por eso ofrecemos unas condiciones de compra excelentes con entregas gratuitas en 24 horas.

Además tenéis de la tienda online, también sois muy activos en las redes sociales.

Hoy en día es importantísimo (Andrea toma la iniciativa). Somos muy activos sobre todo en Instagram (@bodegasmurilloviteri) y en Facebook (Bodegas Murillo Viteri), y gracias a ellas tenemos un contacto directo y rápido con clientes, amigos y profesionales del sector. Las redes sociales nos permiten dar a conocer nuestro trabajo de una manera muy atractiva y visual. Además, nos encanta mostrarnos cercanos con nuestros seguidores de la misma manera que lo hacemos en la bodega.

Y después de haber recorrido toda vuestra bodega, hagamos un último recorrido en el tiempo… ¿cuál es el origen de la bodega?

Cuenta la historia que el vino lo inventó Noé (asegura Patxi)… yo creo que mi tatara tatara abuelo andaría cerca, estaría por ahí almorzando con él (los tres ríen). Llevamos tantas generaciones haciendo lo mismo, que el vino ya corre por nuestras venas, es seña de identidad de La Rioja desde la época romana debido a las condiciones de la tierra.

¡Seis generaciones dedicadas a la viticultura son muchas generaciones!

(Iñaki continúa la respuesta) Nuestra familia se ha dedicado a la viticultura desde hace seis generaciones, cultivando la vid y elaborando vino, tanto para consumo propio como para enviarlo a la capital vizcaína. Se ha ido pasando el legado generación tras generación, y aunque hemos profesionalizado y modernizado el negocio, mantenemos nuestras tradiciones y nuestra manera de hacer el vino, con mucho cuidado, mucho mimo, y respetando a la tierra que nos da todo lo necesario para tener un vino en nuestra mesa y en la de tanta gente.

Durante la entrevista, nos trasladamos a Fuenmayor, un pueblo a 5 minutos. Allí nos enseñaron un calado como los de antaño, con solera, donde Bodegas Murillo Viteri empezó.

Terminamos la conversación brindando con una copa de vino del año de nacimiento de Andrea, 1994. Es verdad eso de que el vino es perfecto para socializar… ¡¡Hasta pronto familia!!

¡Hasta la siguiente publicación! ¡Estad atentos!

¡Nos vemos!

No Comments

Post A Comment