SANDRA MUXAR, psicóloga infantil, adolescente y apoyo a familias

¡Ojalá todos los niños y niñas del mundo fueran felices! Pero ese es un mundo utópico que no siempre tiene que ver con la realidad. Porque los menores también tienen sufrimientos y problemas como los adultos pero… a diferencia de nosotros, ellos están en pleno proceso de crecimiento, y necesitan de nuestro apoyo para reforzar sus propios recursos. 

Hoy vamos a estar con una mujer que desde bien joven tuvo muy claro que quería dedicarse al mundo de la psicología infantil y adolescente. Ella es Sandra Muñoz, quien durante varios años ha dirigido el centro de psicología infantil y apoyo a las familias “Muxar”, ubicado en la localidad guipuzcoana de Errenteria. Actualmente, esta profesional tiene su gabinete de psicología Sandra Muxar” ubicado en Andre Mari Kalea 14 de Errenteria, desde donde también ofrece sus servicios online. 

Sandra es experta en identificación y evaluación del alumnado con altas capacidades por la Universidad Internacional de la Rioja; un aprendizaje que le ha aportado una gran visión de la educación dirigida al desarrollo del talento y de las cualidades individuales de las personas ¡Vamos a conocerla!

Sandra Muxar
C/ Andre Mari 14, Errentería
656 78 58 90
www.muxar.net

Entrevista: Gemma Garbizu
Fotografía: Jon Goda
Coordinación: Laura Manjarrés
Edición y postproducción: Filtro Creativo

Colaboradores: Mi Vestidor (vestuario), Blond Kolor (peluquería).

Hola Sandra, desde muy joven supiste que te dedicarías a ayudar a los más pequeños…

Desde que era una adolescente. Siempre me han gustado los niños, y descubrí este mundo por una prima mayor que es psicopedagoga infantil. Me gustaba mucho lo que hacía en su trabajo y ella ha sido un importante referente en mi vida. Desde muy joven tuve claro que quería estudiar psicología para dedicarme al campo infantil; quería poder ayudar a niños con problemas.

Pero la carrera de psicología no te fascinó…

La verdad es que no me llegó a apasionar; era muy teórica y poco práctica. Pero cuando finalicé la carrera tuve claro que quería seguir por ese camino. De hecho me seguí especializando realizando un master de psicopatología infanto-juvenil en el Isep de Barcelona donde pude profundizar en las diferentes patologías que pueden padecer los niños y adolescentes y sus opciones de tratamiento, y todo ello me brindó herramientas para poder emprender mi camino profesional.

Mientras cursabas el master ya empezaste a trabajar en contacto con los niños.

Yo soy de Vitoria, pero cuando vine a estudiar la carrera a San Sebastián me atrajo tanto esta ciudad que decidí instalarme por esta zona. Tras finalizar mis estudios, trabajé entre semana en Kutxa Espacio de monitora, y los fines de semana me trasladaba a Barcelona para realizar el master. Posteriormente adquirí la titulación de experta en identificación e intervención del alumnado con altas capacidades por la Unir. De la mano de personalidades como Javier Touron y Roberto Ranz aprendí muchísimo sobre el desarrollo del talento y las cualidades individuales de las personas.

Has estado muchos años dirigiendo el centro Muxar de psicología y apoyo a las familias.

Efectivamente, estábamos ubicados en la Plaza de la Música, en Errenteria. En ese centro también ofrecíamos servicios académicos además de psicológicos, pero yo soy madre de dos mellizos pequeños y abarcábamos demasiado para poder llegar a todo. Además llegaron las actuales circunstancias, y todo ello me llevó a plantearme abrir un gabinete personal únicamente centrado en mi especialidad. Durante la pandemia también decidí comenzar un nuevo camino de formación para adquirir nuevas herramientas y poder brindar apoyo también a adultos en su proceso personal.

¿Qué servicios ofreces en tu gabinete?

Realizo sesiones de apoyo emocional y educativo a niños, niñas, adolescentes y a sus familias, así como talleres dirigidos a padres, madres y grupos de acompañamiento a familias. También coordino todos estos servicios con diferentes agentes para ofrecer un apoyo global, y desarrollo servicios de gestión y puesta en marcha de proyectos municipales para el apoyo y acompañamiento a familias.

Por otro lado, como te he comentado, durante este año he ampliado los servicios y también ofrezco apoyo a adultos que estén atravesando un momento vital difícil o simplemente que quieran comenzar un proceso de desarrollo personal puntual o global.

¿Proyectos municipales? ¿En qué consisten?

En este momento estoy con dos proyectos en colaboración con el ayuntamiento de Errenteria. Ambos salieron a concurso y obtuve la licitación. Uno es Familia Gunea, dirigido a las familias con niños y niñas entre 0 y 6 años. Se ha habilitado un espacio en Merkatuzar donde los padres y madres acuden con sus hijos e hijas para que compartan sus vivencias e inquietudes. Es una forma de ayudarles a crear una red social en la que comparten intereses comunes. Se desarrolla de lunes a viernes de cinco a siete de la tarde, y los miércoles de diez a doce horas.

El otro proyecto es Guraso Eskola, que se desarrolla en los centros educativos. Son talleres para dotar a los padres y madres de una amplia variedad de habilidades con las que trabajar, entre otras, la comunicación positiva con sus hijos e hijas.

También organizas diferentes talleres…

Así es. Son talleres de diferentes temáticas, como el taller que imparto para edades desde los 4 a los 16 años donde se ayuda a reconocer y canalizar el enfado. 

¿Cuáles son los principales motivos por los que los padres acuden a tu consulta?

Los motivos son diversos, pero sobre todo porque sus hijos no rinden en el colegio al nivel que se espera de ellos o porque tienen problemas de comportamiento. Hay problemas de lecto-escritura, falta de atención, problemas a la hora de relacionarse con otros niños… También vienen niños y adolescentes con problemas emocionales: depresiones o baja autoestima.

En el caso de los adultos, pueden ser muchas las circunstancias que les lleven a estar atravesando un momento difícil en su vida. O algo más difuso, como una insatisfacción vital que no saben definir muy bien. Aunque sin duda, la ansiedad y la depresión son las que más gente mueven a la consulta.

Seguramente, un mal comportamiento será la punta del iceberg de otros problemas que sufre el menor…

Así es, por ello hay que analizar a qué se debe: circunstancias por las que está atravesando, patrones familiares… Es muy importante la colaboración entre los diferentes agentes que intervienen en la educación del niño o niña; todas sus valoraciones suman para un correcto diagnóstico. Es básico conocer las fases de su desarrollo, y de qué manera les podemos apoyar en su proceso; hay que ponerse también en su piel.

Uno de los grandes problemas en muchos menores y adolescentes es la falta de autoestima, ¿a qué puede deberse?

La falta de autoestima puede deberse a muchas razones, desde la educación que recibimos en casa, hasta problemas de bullying escolar. También influye el propio carácter de la persona. Es muy importante analizar bien el origen de este problema de cara a proyectar técnicas que permitan a los niños o adolescentes recuperar su autoestima.

¿Suelen los padres sentirse culpables de la falta de autoestima de sus hijos?

Suele ocurrir, y es cierto que ellos tienen un papel muy importante a la hora de influir en la personalidad del niño, pero no se trata de buscar culpables sino de encontrar soluciones.

Se habla mucho de la educación emocional… ¿En qué consiste, Sandra?

La educación emocional es la capacidad de conocer nuestras emociones y gestionarlas de forma adecuada. Si un niño coge una casqueta, no se trata de lograr que no se enfade, porque el enfado es una reacción natural y necesaria. Lo que sí hay que hacer es educar a las personas en la forma de gestionar dicho enfado.

¿Vivimos tan deprisa que tendemos a descuidar la educación emocional?

Sin duda, vivimos siempre corriendo, y la teoría puede que la conozcamos pero a veces no tenemos ni el tiempo ni las fuerzas para ponerla en práctica. Muchas veces los padres llegamos a casa cansados, sin ganas para nada… Pero cuando se trata de emociones, los niños tienen mucho en lo que trabajar y es muy importante guiarles para que sepan reconocer sus emociones, manejarlas y exteriorizarlas de manera positiva y constructiva.

Estamos viviendo circunstancias excepcionales debido a la pandemia, ¿qué has observado en el comportamiento de los más pequeños?

Lo que más me llamó la atención cuando tuvimos el confinamiento es que los niños y niñas que tenía en terapia mejoraron mucho, por supuesto teniendo en cuenta que siempre hay excepciones. Vivimos en un mundo acelerado que no favorece a los niños. Les “obligamos” a tener una vida estructurada en base al ritmo de los adultos, de nuestro trabajo y de nuestros horarios, y muchas veces no tenemos tiempo para detenernos a dedicarles todo el tiempo que necesitan de nosotros.

Y en el mes de marzo del pasado año ese ritmo vertiginoso se detuvo…

En cierta forma aprendimos a vivir de otra manera, mirando más hacia dentro que hacia fuera. Los niños se han visto más atendidos, y muchos de ellos se han encontrado muy a gusto en esa situación. Es cierto que los pequeños tienen mucha más facilidad de adaptarse a circunstancias extraordinarias que nosotros. 

También ha ocurrido que al poder salir a la calle de nuevo, muchos de ellos han proyectado miedos y ansiedades. Si para nosotros está siendo muy difícil gestionar tanta información acerca de la pandemia, imagínate para un menor. Por ello, es fundamental tranquilizarles y no alarmarles en exceso, dentro por supuesto de hacerles partícipes de la realidad que estamos viviendo.

¿Cómo crees que están llevando esta situación los centros educativos?

Hay que tener en cuenta que no es una situación nada fácil de gestionar; considero que están haciendo mucho esfuerzo para llevar esta situación del mejor modo posible. Los centros que conozco están intentando que los niños se encuentren lo máximo posible en contacto con la naturaleza, algo que en estos momentos resulta más positivo que nunca.

¿Trabajas más con grupos o de forma individual?

De ambas formas. Realizo mi trabajo con un máximo de cinco niños por grupo. En aspectos como reforzar su autoestima o sus habilidades sociales, es preferible desarrollar técnicas grupales. 

Lo primero de todo es hacer una valoración del menor y en función de cómo es, se determina una forma de trabajar u otra. No son técnicas intrusivas o agresivas; ellos lo viven como un divertimento; son juegos cuyo aprendizaje pueden poner en práctica en su día a día. Si el niño es más reservado prefiere ir solo, y hay que respetar su preferencia.

¿Es más complicada la terapia con los adolescentes que con los niños?

Es más complicado con los adolescentes, pero es un campo que me gusta mucho. Los pequeños tienen un punto de inocencia que les hace trabajar más fácil. Los adolescentes son más complejos, pero cuando logras avances con ellos es muy satisfactorio. En ambos casos se generan lazos muy positivos; niños y niñas que he tratado ya van a la universidad, y también se genera una relación muy bonita con los padres.

Tendrás casos que te resulten más duros que otros…

Lógicamente hay casos especialmente sensibles; los problemas de bullying, por ejemplo, ya que cuando un menor tiene que lidiar con el rechazo y la tiranía de algunos compañeros en su centro educativo, o a nivel social, suele tener secuelas que son difíciles de superar. Y el dolor de esos padres que viven esa situación de su hijo o hija es tremendo; muchos de ellos no saben cómo actuar. 

Es importante trabajar con perspectiva y de forma razonada. El primer paso de los padres debe ser hablar con el tutor o jefe de estudios. Si no hay resultado debe ponerse en contacto con la dirección del centro, y en caso de que sea necesaria otra vía se puede contactar con el departamento de educación de El Gobierno Vasco para que actúen como agentes intermediadores.

¿Otros casos complicados?

Los trastornos alimenticios. Son patologías frente a las que hay que estar alerta y tener mucha comunicación para identificarlas. Cada vez son más los adolescentes que sufren este problema, y el tipo de sociedad en la que vivimos, con tantas etiquetas, no ayuda.

Otra problemática muy preocupante es la forma en la que muchos adolescentes conciben la sexualidad. Se instrumentaliza mucho a la mujer, y su forma de relacionarse puede ir en contra de su propia integridad. Parece que “todo vale”, y este tipo de comportamientos suele derivar en relaciones tóxicas que hay que evitar.

Me imagino que, al dedicarte a menores y adolescentes, tu trabajo se desarrolla más por las tardes.

Así es, dado que están en sus centros educativos, por las mañanas me dedico a preparar las tareas, pero también dedico mucho tiempo a reunirme con los diferentes centros formativos y sus orientadores. Es fundamental que todos rememos en la misma dirección por el bien de los menores.

Y también ofreces tus servicios vía online.

Efectivamente. Esta pandemia nos ha traído una nueva forma de relacionarnos, y aunque lo más adecuado es el trabajo presencial, también ofrezco esta alternativa.

¡Esperemos que pronto cambien las circunstancias! Ha sido un placer Sandra.

¡Hasta la siguiente publicación! ¡Estad atentos!

¡Nos vemos!

Tags:
No Comments

Post A Comment