¿Cuántas veces hemos realizado una dieta bajo la presión de la báscula? ¿Cuántas hemos sentido frustración porque no hemos logrado objetivos? Hay evidencias científicas que afirman que de 2 a 5 años después de hacer dieta, el 95% de las personas acabarán recuperando todo el peso y una gran mayoría algún kilo más.

Por ello la nutricionista Gabriela Uriarte tiene el firme convencimiento de la importancia de trabajar la salud desde la práctica de hábitos saludables, con una filosofía muy alejada de la imposición de dietas y el enfoque pesocentrista. ¿Por qué tendemos a presuponer la salud de una persona en base a su corporalidad? Luchar contra esta creencia es una de las cosas que entre otras muchas le han llevado a ser tan escuchada por miles de personas.

Entrevista: Gemma Garbizu
Fotografía: Filtro Creativo

GU NUTRICIÓN 
   Zubieta 50, Donostia-San Sebastián
  695269382
  www.gabrielauriarte.com

Mas de 300.000 seguidores en Youtube y en vía de alcanzar esa cifra en Instagram… Por la pasión que pones en tus publicaciones, Gabriela, está claro que naciste para ser nutricionista.

Mi camino en el campo de la nutrición comenzó como una aventura en la que si te soy sincera no sabía bien cómo acabaría, pero echando la vista atrás pienso que ¡bendita aventura”! Y eso que mi verdadera ilusión era ser médico. He crecido en una familia de médicos, mi abuelo fue ginecólogo, mi padre también, y siempre he tenido esa inquietud por ayudar desde el campo de la salud, es algo que siempre he admirado de ellos. Pero todo dio un giro de 180 grados cuando por décimas en mis notas no conseguí entrar en medicina…

¿Por qué fue una aventura?

Por aquel entonces la carrera de dietética y nutrición humana era bastante desconocida y no sabía exactamente a dónde me conduciría. Pero la nutrición también era un campo que me parecía muy interesante y me lancé. Ahora miro hacia atrás y me doy cuenta de que soy lo que tenía que ser, soy muy feliz con la profesión que he elegido.

¡Feliz y apasionada! En tus publicaciones transmites muchísima pasión y ganas de ayudar. También expresas a menudo esa necesidad de cambiar muchas creencias en el mundo de la nutrición saludable ¿Ese talante un tanto reivindicativo y activista forma parte de tu forma de ser?

Me encanta mi profesión y me hace muy feliz poder ayudar a las personas. He descubierto que ayudando a muchos pacientes a cambiar su estilo de vida mejora mucho su calidad. Pero queda mucho por hacer en una sociedad donde las “etiquetas corporales” hacen mucho daño. En mi consulta veo a muchos pacientes con mucho dolor a nivel emocional por la insatisfacción que sienten. Sufren una gran impotencia porque no consiguen bajar de peso e incluso se echan la culpa de su fracaso. Sienten mucha frustración por el hecho no poder sostener una dieta de forma continuada y realmente es algo insostenible. Es fundamental trabajar de otra forma, cambiando los hábitos y dejando de lado la filosofía pesocentrista.

Tras acabar los estudios decides abrir tu consulta “Gu Nutrición”, donde actualmente formas equipo con otras nutricionistas que comparten tu filosofía.

Así es. Tras finalizar la carrera toqué bastantes puertas, pero no era nada fácil encontrar trabajo ya que era un campo que apenas se conocía. Decidí ponerme por mi cuenta con “Gu Nutrición”, pero en un comienzo mi agenda estaba bastante vacía y como soy una persona muy inquieta y con muchas ganas de aprender, decidí abrí un canal de YouTube para rellenar mi tiempo. La de veces que he pensado: y yo qué tengo que contar…, qué van a pensar de mí… Pero dejé el miedo y la vergüenza a un lado, y alucino con lo que he conseguido. Me hace muy feliz saber que mi divulgación por ese canal puede servir a muchas personas.

¿Por qué piensas que tu mensaje cala hondo en tanta gente? Desde luego eres naturalidad en estado puro.

Alguna que otra mala pasada me ha jugado (risas) Ahora en serio, cuando hablamos de ayudar a la gente en una profesión como la mía es muy importante hablar en plata con la gente, hay que llevar el vocabulario al terreno entendible por todos porque ahí es donde puedes hacer una buena labor de divulgación y ayuda.

Tu filosofía es impactante…

Digamos novedosa. Después de haber atendido a muchas personas en consulta con lo que a mí me enseñaron en la carrera, lo de practicar una dieta estricta y ver el progreso a través del pesaje, me di cuenta de que no estaba ayudando. Si me conoces un poco sabrás que me obsesiona conseguir ayudar honestamente a la gente, si te soy sincera el negocio me iba muy bien dando dietas, pero no me iba tranquila a la cama porque tenía dudas de que fuera realmente efectivo. Comencé a hacer mis propias investigaciones y descubrí que hay otra forma de hacer las cosas que se sale del mundo dieta y del mundo peso. Con esto no quiero decir que esté en contra de la pérdida de peso, pero hay que abordarla desde el hábito, esto es lo que me ha permitido ver cambios reales y ya no hay vuelta atrás.

¿Qué les dirías a esas personas que siguen pensando que la salud solo puede estar en cuerpos delgados?

Que vengan a mi clase de fitness y se darán cuenta de lo que es capaz de rendir un cuerpo grande… No se puede presuponer los hábitos de una persona por su corporalidad, hay gente delgada que se alimenta fatal y no recibe toda esa presión, tendríamos que preguntarnos por qué se tiende a pensar en el peligro para la salud únicamente en las personas gordas ¿Por qué no modificamos los hábitos en lugar de las corporalidades? Entre los muchos estudios que existen quiero hablar de uno donde se invitó a los participantes a incluir un hábito saludable sin tener en cuenta su corporalidad, y todos mejoraron su esperanza de vida independientemente de lo que pasara con su peso.

¿Hasta dónde puede hacer daño la cultura de dieta permanente impuesta por las etiquetas de la sociedad?

Ni te imaginas. Hay un punto de justicia social y de trato digno a las personas que es muy interesante. Está comprobado que las personas con cuerpos grandes reciben un peor trato en las consultas médicas, muchos de ellos están infradiagnosticados porque se presupone que su problema de salud se debe a su sobrepeso, y con esto no estoy diciendo que no pueda deberse a ello, pero no hay que darlo por sentado.

¿Opinas que hay un concepto un tanto limitado de la salud?

Sin duda. Cuando hablamos de salud se tiende a pensar en su lado físico, pero hay que contemplar el bienestar social y mental. Muchas personas no ven a sus amigos tanto como quisieran porque están constantemente a dieta y hay que mirar la salud de forma integral. Nos encontramos en una sociedad “salutista” e individualista donde parece que la salud es un deber y depende completamente de nosotros, pero no es así y es necesaria una mayor intervención social con más campañas educativas y más políticas de bienestar social ¿Por qué no hay nutricionistas en la sanidad pública? Es una pena que acudir a una consulta de nutrición no sea un derecho en lugar de un privilegio.

Nos has hablado de un libro que te parece muy interesante: Enfermas de la belleza, de Renee Engeln. ¿Estamos enfermos de belleza?

El afán de la perfección puede convertirse en una auténtica enfermedad. Vivimos en una cultura donde la obsesión por el aspecto físico hace mucho daño, sobre todo a los más jóvenes. Muchas personas llegan a dejarse la vida por hacer auténticas barbaridades con tal de alcanzar un estereotipo de belleza que nos han impuesto. Y esto es un problema que cada vez va a más, se “premia” la imagen y cada vez hay más publicaciones en redes sociales y filtros que nos hacen aspirar a algo que es ficticio, urge que dejemos de poner tantas etiquetas.

En un campo como el tuyo, entender la psicología del paciente debe ser realmente importante.

Sin duda, es fundamental saber qué pasa por la mente de los pacientes trabajando desde la psiconutrición. Para poder solucionar un problema es importante saber realmente cuál es el origen. El “por qué” comemos debe ser entendido desde una concepción mucho más amplia que la necesidad física de alimentarse, hay aspectos emocionales, sociales, genéticos o ambientales que influyen y hay que tener todo en cuenta.

No podemos hablar de Gabriela Uriarte sin mencionar el programa “A bocados” que conduces todas las tardes con Ander González en ETB. Tras haberte conocido en esta entrevista, no sabríamos decirte quién es más natural de los dos.

Quizás por eso nos llevamos tan bien (risas). Tanto Ander como yo somos transparentes y muy directos y tenemos una relación no solo profesional sino también de amistad que se ha ido consolidando con los años. La de veces que pienso: ¡Gabriela, piensa mejor lo que dices que te están grabando!

Y eres madre de dos mellizos de corta edad… ¿Cómo llegas a todo?

¡Es que no llego! Desde que soy madre es verdad que sé gestionar mejor el tiempo, pero si no priorizas es imposible llegar a todo. Todas las tardes voy a buscar a mis hijos a la escuela, ¡eso es sagrado!, y me hace muy feliz poder compartir mucho tiempo con ellos.

Seguro que sí, ¡ha sido un placer, Gabriela!

¡Hasta la siguiente publicación! ¡Estad atentos!

¡Nos vemos!