18 Ene CENTRO ALMA, un centro holístico pensado para tu bienestar
“Educar la mente sin educar el corazón no es educar en absoluto”. Esta es una gran frase de Aristóteles que se recoge en la filosofía del centro que vamos a descubrir hoy. Y es que el mundo en el que vivimos es cada vez más estresante… y la vida tiende a parecer más una carrera de competición y un camino de obstáculos que una oportunidad maravillosa para conocernos, para saber lo que realmente podemos dar y crecer como personas.
El centro al que nos referimos es ALMA, un espacio muy especial que irradia humanidad, y al que esta palabra le va que ni pintada. Porque si algo define a este centro es el ALMA con mayúsculas que sus profesionales ponen a la hora de hacer su trabajo para ayudar al prójimo.
Gema Franco, la directora de Centro ALMA, es una mujer con una simpatía y una empatía desbordantes que desde hace ya varios años supo cuál sería su proyecto: ofrecer un espacio multidisciplinar, abierto al crecimiento personal y a la terapia, donde las personas no se sientan nunca juzgadas, sino siempre apoyadas y acompañadas.
Y así es ALMA; un espacio forjado con el cariño y la implicación de todos sus profesionales, y donde puedes disfrutar de prácticas tan diversas como Yoga o Mindfulness, de terapias corporales como el masaje terapéutico y deportivo, y de servicios como la psicoterapia, el apoyo psicológico y la mediación en conflictos ¡Vamos a conocerlo!
CENTRO ALMA
C/ Prim 30, Donostia-San Sebastián
625 76 19 39
Entrevista: Gemma Garbizu
Fotografía: Jon Goda
Coordinación: Laura Manjarrés
Edición y postproducción: Filtro Creativo
Hola Gema, una de las cosas que más me llama la atención de tu personalidad es esa facilidad de conexión con las personas y esa sensibilidad especial que transmites.
Siempre me ha gustado relacionarme con personas de las que poder aprender y con las que poder intercambiar conocimientos y experiencias. Por ello quise crear el centro ALMA, porque llevaba años trabajando sola con mis pacientes y sentía que les podía aportar mucho más.
Vamos a los inicios de tu trayectoria, tú llevas años dedicándote al campo de las terapias holísticas, ¿en qué consisten exactamente?
A mí siempre me ha gustado el mundo de las terapias holísticas, que consideran a la persona como un todo indisoluble entre cuerpo, mente y espíritu. Y es que todo está interrelacionado. En este campo, las dolencias o los problemas de salud se tratan entendiendo el verdadero origen de un malestar o trastorno, tratando de reequilibrar el organismo.
¿Cómo comenzaste tu formación?
Realmente yo empecé especializándome en quiromasaje terapéutico y deportivo, además de realizar técnicas de drenaje linfático. Seguí ampliando mi campo de formación con osteopatía estructural, un campo que también está relacionado con la osteopatía visceral y sacro craneal, y en el que debes tener cierta sensibilidad para poder llevarlo a cabo, ya que no solo se realizan movimientos bruscos, sino también sutiles y delicados, utilizando la energía en lugar de la fuerza.
Pero trabajabas tú sola con tus pacientes…
Efectivamente, tenía muchos pacientes que acudían a mi consulta por muy diversos temas: cefaleas, migrañas, lesiones… y durante varios años profundicé en diferentes técnicas como el masaje tailandés, una técnica de sanación ancestral donde se actúa en el organismo a través de presiones o puntos para desbloquear el cuerpo y hacer fluir la energía con el objetivo de reequilibrarlo. Pero venían personas con otros problemas que yo no podía solucionar, y este hecho me llevó a plantearme cada vez con más fuerza la idea de montar un centro de terapias multidisciplinares. Así nació ALMA.
¿Alma ha sido un proyecto de lenta maduración?
Sin duda, durante mucho tiempo estuve contactando con profesionales de diferentes disciplinas. Han sido muchas horas de cafés y tertulias hasta montar este centro con un equipo humano que comparte conmigo esa filosofía de atención cercana y empática que caracteriza a nuestro centro.
El trabajo es convivencia, y por ello es tan importante estar en sintonía con las personas con las que trabajas. La buena conexión entre nosotros es algo fundamental para el beneficio de nuestros pacientes. Todos los que formamos este centro compartimos la opinión de que es necesario entender cada problema individual de una forma muy cercana, debes empatizar con cada individuo para tratar de saber dónde está el origen de lo que le ocurre, poniendo todos los medios necesarios para poder ayudarle.
¿Qué tipo de público acude a vuestro centro?
Hay personas que vienen a ALMA con las ideas muy claras de lo que esperan recibir, desde un curso de Mindfulness o una clase de yoga hasta psicoterapia. Pero también hay personas que vienen en busca de ayuda sin saber exactamente cómo se les puede ayudar, y ahí estamos para tenderles una mano en un ambiente muy acogedor y familiar.
También vienen personas con problemas a la hora de conciliar el sueño, con mareos o vértigos, y personas que no tienen ningún problema en concreto. Y es que no todos tenemos algo de lo que curarnos, pero sí podemos tener algo en lo que podemos recibir ayuda para sentirnos mejor.
¿Por qué decidiste llamar al centro ALMA? ¡Es un nombre que me encanta y creo que define perfectamente su esencia!
Precisamente por este motivo lo escogí; porque en el alma está todo, y entiendo que todo lo que hacemos en este centro lo hacemos desde el alma; ahí es donde debemos empezar a trabajar.
Todos los profesionales que colaboran conmigo son profesionales titulados con gran formación y muchos años de experiencia, y son personas que además de tener formación académica tienen calidad humana, algo para mí imprescindible.
El local donde se encuentra ALMA está muy céntrico, en la calle Prim de San Sebastián ¿te costó elegirlo?
La verdad es que me gustó desde el primer momento, aunque he tenido que hacer una reforma importante para acondicionar el centro como quería. Tenemos muy buenas comunicaciones, con el topo al lado. Hemos cumplido ya dos años desde que abrimos sus puertas y estamos muy contentos con la evolución que llevamos teniendo. El boca a boca y la satisfacción de los clientes es la mejor publicidad que te pueden hacer, y en nuestro caso está dando frutos muy positivos.
Dinos Gema, ¿en qué consiste tu trabajo en el centro ALMA?
Aparte de ser la directora y coordinadora del centro, realizo diferentes terapias como el drenaje linfático, un tipo de masaje muy suave que logra abrir los ganglios y mejora el sistema linfático. También es idóneo para tratar edemas postquirúrgicos o cicatrices, tiene una gran efectividad a la hora de estimular el sistema circulatorio, y produce efecto relajante a la vez que aumenta la respuesta del sistema inmunológico.
Por otro lado realizo masaje deportivo con personas que sufren lesiones. Y reflexología podal, que equilibra el sistema nervioso mediante la detección de puntos reflejos en las terminaciones nerviosas de los pies.
En centro ALMA también se imparten clases de Yoga, dándose un entorno de lo más acogedor para ello. De la mano de Ane Baztarrika se puede disfrutar de clases muy especiales que combinan el Hatha Yoga y Vinyasa, adaptadas a las necesidades del alumnado.
El Hatha Yoga es el estilo de yoga más conocido, una disciplina que ayuda a fortalecer el cuerpo a la vez que conduce a conocerte mejor y a tomar una mejor consciencia de tu cuerpo. Por otro lado, el Vinyasa es una disciplina más dinámica que mueve el cuerpo con una respiración consciente, siendo idóneo para cualquier persona que necesita desconectar de su rutina y reconectar consigo misma.
Desde hace varios años colaboras con Juan Bezos en el campo del Mindfulness, ¿Has conocido de primera mano esta práctica?
Como te he comentado antes, soy una persona abierta a conocer nuevas experiencias que puedan ayudarme a desarrollarme como persona y a incorporar en el centro disciplinas enfocadas a la salud. Además, como directora del centro, debo conocer de primera mano los servicios que ofrecemos. Personalmente el Mindfulness me parece una experiencia muy enriquecedora que te ayuda a ser más consciente del presente sin dejarte arrastrar por pensamientos pasados o futuros; ello te ayuda a relativizar situaciones.
Hola Juan, hace tiempo que sigo tu gran trayectoria como formador de Mindfulness ¡Qué bueno haberte encontrado en el Centro ALMA con el que colaboras!
Muchas gracias, la verdad es que es un campo que me apasiona y me implico al cien por cien en mi compromiso de ayudar a las personas en su calidad de vida. Siempre me ha gustado mucho conectar con las personas; he trabajado muchos años en el campo del desarrollo humano en la empresa privada. Y es que siendo muy joven, fui directivo en una multinacional en el área de recursos humanos.
Juan Bezos tiene a sus espaldas un amplísimo currículo como formador en su campo. Es Terapeuta, Instructor en Mindfulness acreditado por la Mindfulness Association, miembro de la Mindfulness Association y profesor acreditado por Respira Vida Breathworks además de colaborador acreditado por la Asociación Española de Mindfulness AEMIND y Teacher Training por la Universidad de Bangor UK.
Por lo que me has contado, ya desde niño también tenías inquietudes por el mundo de la espiritualidad.
Así es. Yo soy de Granada y ya a los dieciséis años me empezó a llamar la atención el mundo interior de las personas. En mi tierra hay mucha tradición en la cultura de las cofradías, y aunque he tenido formación católica había planteamientos que me alejaban de esa práctica.
Siendo muy joven, realicé mi primer retiro teniendo contacto con las prácticas meditativas. Y tras muchos años trabajando en el área de recursos humanos de la empresa, me di cuenta de que mi trabajo, aunque me gustaba, no me llenaba por completo. Además tuve una enfermedad compleja que me llevó a plantearme muchas cosas y fue en ese momento cuando una buena amiga me habló del Mindfulness.
¿Cuál fue tu primera experiencia?
Me animé a ir a un monasterio de Gerona, y recuerdo que llegué en plena noche lloviendo; dudaba bastante de si aquella experiencia me iba a gustar. Recuerdo decirle a la monja que me recibió, que no se extrañara si en breve me veía salir cuesta abajo. Pero la experiencia me encantó. Para ese momento ya había realizado diversas formaciones de Gestal, Hipnosis Ericksoniana, DBM, coaching y programación lingüística entre otras, todas ellas con la idea de seguir enfocando mi trabajo en el desarrollo humano. Había trabajado con personas de forma individual pero no terminaba de ver un campo que me convenciera por completo.
Y descubriste el Mindfulness. Se ha oído hablar mucho de ello, pero ¿qué es exactamente?
De esta práctica hay muchas definiciones, pero la más académica es la de Jon Kabat-Zinn, referente mundial en este campo. Según sus palabras, se trata de prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente con interés, curiosidad y aceptación, sin enjuiciarla. En el Mindfulness encontré a grandes maestros, y me di cuenta de que por ese camino quería desarrollarme.
En la sociedad tan estresada en la que vivimos, la plena atención en el momento presente es algo que nos cuesta, ¿no Juan?
Sin duda. En general cuesta mucho centrarse en el presente poniendo plena atención en cada momento para disfrutarlo al máximo. Tendemos a estar condicionados por nuestros recuerdos y experiencias del pasado y por las preocupaciones sobre el futuro; mis años de experiencia me han demostrado que lo más complejo en el ser humano es saber gestionar sus emociones.
El pasado y el futuro son necesarios, por supuesto, el problema es cuando ambos te influyen hasta tal punto que te conducen a pensamientos negativos y a preocupaciones que te afectan en la vida diaria. Depende del “catálogo” de emociones que desarrollemos puede aparecer algún tipo de obstáculo vital. Por ello debemos tener capacidad de gestionar los movimientos de la mente hacia el pasado y el futuro, sus patrones y los marcos emocionales que se activan, que son muy involuntarios.
¿Cómo se consigue esa atención plena?
Con la práctica. Debemos tener una atención plena y consciente hacia el momento presente focalizando la atención en nuestros propios pensamientos, emociones o sensaciones corporales sin juzgar ni interpretar, para que no sea nada sesgado. La respiración, el ambiente que nos rodea, los sonidos, olores, la temperatura, en definitiva todo aquello que llega a nosotros a través de nuestros sentidos, incluida la mente… Todos estos elementos cobran plena importancia, y la práctica consigue que, estando tranquilo y sin pensamientos que te alteren, percibas cosas que en un estado de estrés o de preocupación te pasan desapercibidos. Ello te conduce a un estado de bienestar.
En pacientes con dolor crónico, el Mindfulness también puede resultar de gran ayuda ¿no?
Efectivamente, y es algo que puedo contar de primera mano porque yo lo he vivido. El dolor es algo real, pero nosotros lo sentimos de una forma sesgada sin darnos cuenta; los procesos rumiativos en torno al dolor lo agrandan. Con la atención consciente, el dolor no desaparece, pero te das cuenta de su verdadera dimensión y se vuelve algo más llevadero. He trabajado con personas que llevaban años con dolor y enfermedad, generando complejos estados de ánimo que les impedían llevar una vida digna. Su evolución ha sido tan abrumadora, no solo en sus cambios respecto a la gestión del dolor sino también en la emoción aflictiva, que no se lo podían creer.
¿Y para el estrés? Seguro que es uno de los problemas con los que más te encuentras en tus cursos.
El estrés es algo que se ha normalizado en la sociedad que vivimos. Si no generásemos estrés la locomotora no andaría; es algo endémico que ha venido para quedarse. La mayoría del estrés se genera porque hay una búsqueda de bienestar, y muchas veces se piensa que cuantas más cosas hagas y acumules, más bienestar tienes. Pero eso no es cierto ya que ello conlleva ansiedades y preocupaciones basadas en el pasado y en el futuro que no son nada saludables.
Dinos, Juan ¿Qué tipos de cursos tenéis en Alma en el área de Mindfulness?
Hay cursos para gestionar los estados de ánimo, la ansiedad, la depresión, el estrés… Son muy variados para adaptarse a las circunstancias de cada persona. Todos ellos siguen un protocolo oficial que acredita una metodología de buenas prácticas y código ético. Son desde programas de introducción donde puedes tener una visión general del Mindfulness, hasta cursos más especializados.
Hablando de la gestión de las emociones, en centro ALMA, también hay un espacio de atención psicológica, asesoramiento, psicoterapia, y supervisión de la mano del psicólogo y psicoterapeuta José Manuel Gómez. Este profesional ofrece diferentes áreas de trabajo, desde la psicoterapia individual, hasta la psicoterapia de pareja, grupal y el asesoramiento psicológico.
Hola Josema, me gusta mucho esa frase que dices “Te acompaño en un proceso de búsqueda de respuestas y soluciones a las dificultades por las que estás atravesando” La psicología es empatizar con mayúsculas, ¿no?
Es habitual encontrar personas que a través de la psicología intentan encontrar respuestas a sus dolencias. En la profesión de la psicoterapia hay mucha parte vocacional. En mi caso, cuando conocí en la universidad las diferentes áreas de la psicología y descubrí la psicoterapia, enseguida me di cuenta de que era eso a lo que quería dedicarme.
En consulta se entra en contacto íntimo a nivel emocional con las personas, quienes en ese momento abren su alma y deciden confiar en mí para realizar juntos su proceso de mejora. El hecho de que el acompañamiento terapéutico les pueda ayudar a sentirse mejor y crecer como personas, para mí es sin duda la parte más gratificante de mi profesión.
Tú eres psicólogo general sanitario y psicoterapeuta, ¿son campos muy diferentes?
No todos los psicólogos somos psicoterapeutas. Para ser psicoterapeuta debes tener una formación específica y en mi caso tengo una larga formación en psicoterapia humanista. En ALMA ofrezco tanto atención psicoterapéutica como asesoramiento psicológico. La psicoterapia podría decirse que es una búsqueda del significado al malestar que en ocasiones sentimos; una co-creación de las experiencias que construirán los cambios necesarios generadores de salud, bienestar y crecimiento personal.
Háblame de los diferentes servicios que ofreces.
Realizo psicoterapia individual, de pareja y grupal, tratando estados de ansiedad, angustia, episodios depresivos, conflictos con la pareja, toma de decisiones de corte existencial… Es un campo muy amplio.
Además organizas talleres y cursos grupales como el de habilidades parentales.
Trabajé durante un tiempo para el departamento de bienestar social del ayuntamiento de Donostia, y una de las cosas que veíamos necesarias era poder capacitar a los padres en habilidades parentales y poder resolver en un entorno terapéutico las diferencias sobre todo comunicativas y de empatía que había entre padres e hijos. Debido a la brecha generacional y a diferencias en la forma de ver el mundo actual, se suelen dar desencuentros que si no se tratan a tiempo se pueden agravar de forma muy importante.
¿En qué consisten estos talleres?
Estos talleres en proyecto van dirigidos a lograr que padres e hijos puedan entender cómo es el momento existencial de cada uno. La idea es encontrarnos en grupo varias familias en un entorno de intercambio de experiencias. Suele ser muy positivo, ya que muchas veces las familias que pasan por estas situaciones se sienten solas y perdidas, y saber que hay otras familias en su misma situación ayuda mucho. El grupo acompaña, fortalece y re-estructura.
Hablamos con Lourdes Fernández Manzano, abogada y experta mediadora que ofrece sus servicios en Centro ALMA.
Hola Lourdes, he leído que tu pasión por el campo de la mediación en la resolución de conflictos, viene de una experiencia profesional en la ciudad de Houston.
Así es. Fui un tiempo a Houston por motivos profesionales y allí descubrí el gran potencial que tiene el campo de la mediación para resolver conflictos, incluso los más serios que ya están judicializados. Me gustó tanto esa experiencia que decidí aprovechar mi estancia para hacer una formación como mediadora en la Universidad de Houston.
Me imagino que la experiencia trabajando en primera fila como mediadora fue de lo más enriquecedora.
¡Muchísimo! Intervine en casos en los que las personas se jugaban mucho económica y emocionalmente. En Houston hay mucha población hispana que no se expresa bien en inglés, y era frecuente que me llamaran para mediar entre personas de habla española e inglesa. Fue una experiencia extraordinaria en la que pude colaborar en la resolución de casos impactantes en los que las personas necesitaban una solución rápida y eficaz.
Tú además eres abogada, empezaste como laboralista…
Así es, y llevaba tiempo viendo cómo en este campo no se daban los medios adecuados para el entendimiento y el diálogo. La justicia está muy mecanizada, y es desgarrador ver como problemas graves de muchas personas se tratan de solucionar sin ninguna empatía. En los ámbitos tradicionales la formación es eminentemente de confrontación; se parte de que los derechos de las personas son siempre contrapuestos. La mediación te da una visión totalmente diferente, donde muchos conflictos se pueden resolver mediante el diálogo.
Por ello has querido incorporar el diálogo y la mediación en los servicios que ofreces a tus clientes.
Lo he incorporado a mi ejercicio como abogada porque creo firmemente en que abrir un espacio de diálogo incluso en los conflictos más complicados puede lograr muy buenos resultados. Además de ejercer como abogada y mediadora, mi otra pasión es la docencia. Soy profesora en el máster de la abogacía de la UPV, donde doy clases de mediación.
¿En qué tipo de conflictos prestas tu ayuda?
Soy mediadora en conflictos familiares, de pareja, laborales y en general en todos aquellos problemas legales en los que la relación entre las personas en conflicto juega un papel importante. Ser mediadora durante años en servicios públicos me ha dado una gran experiencia. He mediado en un gran número de casos, muchos de ellos complejos: casos civiles, de familia e incluso penales. El haber facilitado la consecución de buenos acuerdos y ver la tranquilidad de las personas es para mí una satisfacción enorme.
Volviendo, Gema, a hablar del carácter multidisciplinar del centro Alma ¡He visto que estáis incorporando otras prácticas de los más interesantes!
Así es, colaboramos con Silvia Maya, que es bailarina profesional e imparte la Gyrokines, una disciplina, que nació como el «yoga para bailarines» y que actualmente se ha extendido muchísimo por sus enormes beneficios. Tanto la Gyrokinesis como el Gyrotonic trabajan la conciencia corporal, corrigen posturas, y previenen los dolores de espalda. Fortalecen y trabajan la flexibilidad generando calma.
Además hemos empezado a pasar consulta de REBIS INTERNACIONAL, reconfiguración biológica y sistémica (RBYS), y a realizar talleres de KAP, conocido como “el yoga de la consciencia”. En esta práctica, se ayuda a las personas a sentir plena conexión de su mente y su cuerpo de cara a lograr una plenitud física, mental y espiritual.
La verdad es que sois un centro súper completo en todo lo relacionado con la salud y el bienestar de las personas ¡Ha sido un auténtico placer conoceros!
CENTRO ALMA
¡Hasta la siguiente publicación! ¡Estad atentos!
¡Nos vemos!
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