METROPOLIS PLATZ

Yoga Shala
   Calle Antonio Mª Labaien, 14. Donostia – San Sebastián
  623 153 347
  shaladonostia@gmail.com
  www.yogashaladonostia.com

Cuando entramos a Yoga Shala acompañados de Itziar y Ricardo, su marido, que también forma parte del centro en tareas de administración y marketing, nos cruzamos con un grupo de alumnos que acaban de terminar una clase. Es la una y media del mediodía y la luz de este fresco pero soleado día de primavera inunda un espacio abierto, amplio y diáfano que transmite calma y sosiego. Todas las esterillas están en el suelo, colocadas simétricamente una al lado de la otra. Itziar explica que las casas son como una tercera piel y que cuando abrió este centro de yoga en el barrio de Morlans quería que fuera “un lugar agradable, saludable y tranquilo para respirar”.

Yoga Shala (Antonio Maria Labaien 14 – 1ºE) tiene alma ecológica. La bioconstrucción manda: el suelo es de madera de roble con aceites naturales, la calefacción y la electricidad van por la periferia del suelo para que los campos magnéticos no afecten de forma negativa, la pintura y las cortinas de lino son naturales, las esterillas y mantas ecológicas… “Quería que la shala fuera lo más natural posible”, nos dice.

Para vestir a Itziar,  hoy inauguramos colaboración con Metropolis Platz, un espacio único y especial donde cabe moda, arte y cultura. Merece la pena hacerles más de una visita, en Gros (Calle Usandizaga, 27).

¿El yoga es una práctica normalizada entre nosotros o nos sigue sonando a chino?

Creo que cada vez suena menos a chino. Los médicos, los fisioterapeutas, los psicólogos… derivan a muchos pacientes al yoga como método de relajación o para que realicen ejercicios de estiramiento. Se ha normalizado mucho.

En tu web se lee lo siguiente: “Cuando te cuidas, te sientes bien / Cuando te sientes bien, sonríes / Y cuando sonríes, todo cambia a tu alrededor”. ¿La práctica del yoga es capaz de darnos felicidad?

Practicando yoga vives momentos muy satisfactorios y de esos ratos plenos y dichosos extraes el sabor de la vida.

¡Totalmente! ¿Tus alumnos te cuentan cómo se sienten gracias al yoga?

Algunos me dicen que se sienten físicamente más liberados, otros confiesan que les ha cambiado la forma de ver las cosas… Al fin y al cabo respirar, estirar y tranquilizar la mente hace que veas la vida de otro modo. Las cosas no cambian, pero tu mirada sí. Lo ves con otra pausa.

¿Cómo visualizarías lo que estás explicando?

Yo lo visualizo de la siguiente forma: la vida, representada como si fuera una rueda, no para de girar, así que tienes que estar en el centro, donde tienes otra perspectiva. A veces nos descentramos, nos vamos hacia afuera y no sabemos dónde estamos ni quiénes somos.

Te refieres al eje…

Exacto. Tenemos que volver a nuestro eje. Y el yoga te da una serie de herramientas como el cuerpo y la respiración, para mantenerte en ese eje el máximo tiempo posible.

¿Esta es, en resumen, tu visión del yoga?

Sí, son un conjunto de herramientas que afectan al ser humano en todos sus niveles.

“Desconectar de todo, conectar con uno mismo” es otra de las frases destacadas en la web. ¿Es el lema de Yoga Shala?

Nunca lo había pensado como lema, pero con esta frase quería expresar que este lugar que hemos creado para la práctica del yoga puede ser tu rinconcito para dejar a un lado tus cosas, parar por un instante y volver a la vida. De la vida no se puede desconectar, está para disfrutarla; pero a veces vamos por la vida con un ritmo tan alto que ni tu alma te puede alcanzar.

¿A qué te refieres con esto último?

A sentirte habitado, a sentirte presente.

Entonces, ¿con el yoga te reencuentras contigo mismo? ¿Es esto lo que quieres decir?

Sí. No sé si os pasa que cuando vais de vacaciones, estáis relajados y en tu interior sucede un ¡click! Con el yoga sería algo parecido. Encontrar ese momento para reengancharte al eje de la rueda que hablábamos antes.

¿Si el yoga aporta tantos beneficios por qué no estamos todos apuntados a clases de yoga?

(Ríe) Supongo que es porque no a todo el mundo le interesa el yoga. Además, no todo el mundo tiene que hacer yoga. Habrá quien encuentre su hueco de ocio y bienestar con otra actividad. No soy de las que va convenciendo a la gente para que haga yoga; cada uno encuentra su plenitud de diferentes maneras.

¿Tú tienes estrés?

El yoga te enseña a gestionar el estrés, las preocupaciones… En mi caso, soy una persona que como todo el mundo tiene momentos difíciles, cargas de trabajo, familiares… pero sí es cierto que gracias al yoga y al trabajo de desarrollo personal tengo herramientas para gestionarlo.

Parece que todo el que quiere profundizar en el yoga acaba marchándose una temporada a la India. ¿Cómo fue tu experiencia por la India y Tailandia?

Me gustó mucho, quise acudir a la fuente del yoga. Sin embargo creo que en Occidente hay excelentes profesores. Puedes profundizar y beneficiarte del yoga sin viajar a la India. El yoga es universal.

¿En qué momento decidiste que el yoga iba a entrar de lleno en tu vida?

Empecé en un local, un viejo sótano de mi padre en Amara. Después, en 2012 me trasladé a un local mejor y les pregunté a mis alumnos si estaban dispuestos a abonar una mensualidad para hacer frente a los gastos de alquiler. Me dijeron que sí. A los tres años decidí que era el momento de dar el salto a Yoga Shala.

¿Cuáles son los estilos de yoga que impartes en tu centro?

En Yoga Shala impartimos el estilo Vinyasa, que propone acceder a un estado más meditativo acompasando el movimiento de las posturas con la respiración. El estilo Hatha, que es más pausado e incide más en la permanencia en cada postura. Y también tenemos yoga para embarazadas. Lo que tienen en común todos es que trabajamos con la respiración, el cuerpo, la meditación y la relajación. Todos los estilos de yoga, aún teniendo sus diferencias buscan un mismo objetivo, la auto-observación y el autoconocimiento, y esto sería como la cima de una montaña y los diferentes estilos de yoga como los varios caminos por el que poder acceder a esa cima.

¿Qué tiene Yoga Shala que no tengan otros centros?

No sé decir qué puede tener Yoga Shala que no tengan los demás centros, lo que sí puedo decir es que creé Yoga Shala con todo el cariño y todo el corazón… además de todos mis ahorros!… Jajaja 😉

¿A Yoga Shala van más hombres o mujeres?

Hasta hace no mucho se acercaban más mujeres que hombres, pero ahora esto está cambiando bastante rápido. La verdad es que pienso que como todos respiramos, tenemos un cuerpo, una mente y un alma que atender, todos nos podemos beneficiar de esta disciplina.

¿Cuáles son las motivaciones que tiene la gente para hacer yoga?

Las motivaciones son muy diversas… la búsqueda de una mayor tranquilidad interna, más profunda, seguir el consejo de tu médico, ejercitar el cuerpo, sentirse y verse bien… Todas me parecen válidas.

Cambiamos de escenario y nos desplazamos a Yoga Shala para continuar con la sesión fotográfica. Nada más entrar, Riki nos enseña una fotografía de Itziar con una postura complejísima que parece romper los límites del cuerpo humano. “La práctica de yoga puede ser en lo físico sorprendentemente exigente”, comenta Riki sosteniendo la foto del móvil. “No hay que hacer nada de esto para obtener los beneficios del yoga”, nos aclara Itziar. “Esta postura la he introducido en mis clases unas dos veces, un poco por diversión. El yoga no tiene que ser algo totalmente serio. La risa te puede sacar de tu estado de concentración y distraerte, pero lo lúdico, el entretenimiento entendido como gozo y disfrute personal, es necesario para engancharte a una disciplina”.

“Ofrecemos tarifas diferentes tratando de adaptarnos a todas las necesidades. Intentamos que los precios sean lo más ajustados posibles en un entorno como el de San Sebastián”, explica Riki. Además los alumnos pueden disfrutar de talleres gratuitos en los que, si lo desean, pueden donar dinero, que se destina íntegramente a alguna asociación u ONG. Este año, por ejemplo, Yoga Shala ha organizado colaboraciones con Juneren Hegoak, Sonrisas de Bombai y Alboan. “Es la forma que tiene Itziar de agradecer la respuesta tan positiva que está recibiendo de sus alumnos”, aclara Riki. “Trato de devolver lo que ellos me aportan y el dinero lo destinamos a una ONG. Me parece que así se cierra un círculo muy bonito”, completa Itziar.

Por último, ¿nos podrías recomendar un libro de yoga para los no iniciados?

A los alumnos que empiezan les recomiendo “La biblia del yoga” de Christina Brown. Es un libro muy práctico, que te explica la historia y filosofía del yoga de manera sencilla, igual que técnicas de respiración, posturas y otros aspectos de esta disciplina.

Muchas gracias Itziar, ha sido una charla muy enriquecedora. ¡Nos vemos en tus clases!

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¡Hasta la siguiente publicación! ¡Estad atentos!

¡Nos vemos!