ODRIOZOLA MODA & IRIONDO OPTIKA

“Los chicos son más fieles que las chicas. Si encuentran una peluquería que les gusta, lo normal es que no se mueva”. ¿Te refieres solo a la hora de cortarse el pelo?, le preguntamos en broma. “¡Sí, claro!”, responde. Y se parte de risa. Aitor Fernández Montoro se formó en la academia Hair de Egia, aunque subraya que su verdadera escuela, además de los cursos que hace en Madrid, fue haber trabajado más de cinco años con Iñaki Sagarzazu.

Abrió su propia peluquería -que también se llama Aitor- hace 14 años en el número 5 de la calle Izaga de Zumaia. Un espacio moderno y espectacular que reformó a finales de 2016. En su momento supuso una pequeña revolución: le dijeron que era “demasiado” para este pequeño pueblo costero. Pero el tiempo le ha dado la razón y a sus 38 años vive un gran momento, probablemente el mejor de su carrera profesional.

En cuanto a la ropa, el propio Aitor nos recomienda la tienda Odriozola (calle Erribera) de Zumaia, con más de 25 años de historia y que lo mismo vale para un estilo casual, como para otro más formal o incluso hipster. Odriozola es una de esas tiendas de ropa con solera y prestigio que tienen personalidad propia. Sin salir de Zumaia, elegimos las gafas de Iriondo Optika (Kantauri plaza, 8) donde ofrecen todo tipo de servicios, cuentan con las mejores marcas del mercado y la atención es exquisita.

¿Ir a la peluquería sigue siendo casi como ir al psicólogo?

Un poco sí. Mucha gente viene y te cuenta su vida y sus pequeñas historias personales. La peluquería siempre ha tenido ese punto de generar confianza entre el cliente y el peluquero.

El tópico también dice que se habla de cotilleos. ¿Te ocurre muy a menudo?

Aquí la gente es muy discreta y no suelen hablar de los demás… Son más de contar temas íntimos, las cosas de cada uno.

¿Siendo de Zestoa, cómo es que abriste una peluquería en Zumaia?

Yo soy más urbanita y estuve una temporada en Donostia. Venía mucho aquí por mis amigos y decidí que Zumaia podía ser un buen sitio. Había un barbero, pero creo que no existía una peluquería unisex.

¡Has sido todo un pionero!

Bueno, tanto como pionero no lo sé, lo que si sé es que rompí el esquema habitual de aquí. De hecho, cuando abrí el salón la gente decía que igual era “demasiado” para Zumaia por ser muy moderna. Pero tenía muy claro que si ponía algo iba a ser diferente al resto y bien hecho. No quería montar una peluquería de barrio más.

Acabaste Bachiller y entraste de lleno en el mundo de la peluquería. ¿Es algo que siempre has tenido claro?

De pequeño cogía las muñecas de mi hermana y las tenía machacadas: a todas les cortaba el pelo, les hacía peinados y las dejaba hecha trizas.

¡Qué disgusto para tu hermana!

Acababa llorando la pobre. ¡Qué le has hecho a mi Barbie! El mundo de la peluquería me gustaba desde pequeño, lo traigo de serie, peinaba a mis primas y todo.

¿Cuál es tu especialidad?

Todo lo relacionado con los maquillajes, novias, recogidos… Lo más creativo de la peluquería. Eso es algo que tengo que agradecer a Iñaki Sagarzazu, con el que tuve la suerte de trabajar cinco-seis años.

Estar a su lado habrá sido toda una escuela de peluquería…

Trabaja de cine y me empapé de todo lo que pude y más. Fue una maravilla. Aprendí de todo, desde el trato con el cliente a cómo llevar un salón. Está a otro nivel. Estamos hablando de un profesional muy completo y vanguardista. En su peluquería muchos clientes son modelos y ese es un mundo que me gusta mucho.

¿Qué es lo que exactamente te gusta de la moda?

(Se lo piensa) Creo que la moda en general es una celebración de la belleza, y la belleza inspira alegría de vivir en nuestro día a día… Yo mismo estuve en la agencia First Models de Donostia, disfrutaba en ese mundo de la imagen, realizando posados, el maquillaje, etc. Hice el curso para poder compaginar la moda con una profesión, en este caso el de la peluquería, pero me metí de lleno aquí con 24 años y lo dejé aparcado.

Eres joven, pero llevas 14 años en Zumaia más otros 6 años de carrera profesional. ¿Te consideras un veterano?

Más que un veterano puedo decir que estoy en un momento muy bueno de mi carrera. Tengo mucho trabajo. Hasta ahora no me habían ido mal las cosas, pero desde hace dos años siento que, de alguna manera, me he consagrado.

¿Por qué crees que estás en un momento tan dulce?

Es una mezcla de factores: estoy más asentado en Zumaia, cada vez la gente te va conociendo más, hice una reforma…

¿Cuándo hiciste la reforma?

El diciembre pasado.

¡Es muy reciente! Habrás un notado un antes y un después…

En cierta forma sí. Estaba aburrido de seguir con la misma decoración que al principio, hace 14 años. No estaba mal, pero me apetecía darle otro aire. Antes los colores eran neutros, grises, negros… Ahora, en cambio, es más acogedor, más cálido. Igual es porque va más en consonancia con mi edad (risas).

Viendo cómo es tu peluquería, seguro que tienes clientes atrevidos y que se salen de lo habitual…

Mucha gente entra aquí porque quiere cambiar de estilo. Son clientes que normalmente se dejan asesorar; eso para mí es una gozada porque me da libertad.

¿Los chicos también?

Cada vez se sueltan más. Desde el boom de las barbas hasta los tupés, hacen cosas que no se hacían antes. Muchos vienen con fotos de famosos. Cada vez más, de hecho.

¿Te traen fotos de actores y de futbolistas, por ejemplo?

Sí, sobre todo de futbolistas. Últimamente, traen fotos de Sergio Ramos. Hay que reconocer que desde que sale con Pilar Rubio cuida mucho más su imagen, está mucho mejor.

Las modas ya sabemos que van y vienen, pero ¿en qué punto estamos ahora?

Estamos en un momento en el que hay mucha mezcla. En el caso de las chicas, además de los plateados, viene con fuerza el pelo rapado. Los chicos llevan el corte de pelo nazi, a lo Hitler, muy corto por los lados y con un flequillo también muy cortito. No a todo el mundo le tiene que gustar ni le queda bien. Es lo de siempre: las modas son para los que las quieren seguir.

Nos encontramos en plena temporada de bodas. ¿Qué es lo que te piden las novias?

Que todo les quede lo más natural posible: el maquillaje, los peinados… Hubo una época en la que se llevaban los moños, iban más cargadas, y se echaban años encima.

Había casos de novias que iban peor el día de su boda que en el día a día…

Es verdad. Pero ahora esa tendencia ha cambiado. De hecho, los vestidos suelen ser más sencillos, se adecúan más a su estilo habitual. Los novios también van súper sencillos; como mucho se les da un poco de rímel en la pestaña y algo de color en la piel. Salen súper guapos.

¿Qué otras aficiones tienes además de la moda?

Me gusta hacer deporte -ir al gimnasio o salir a correr- aunque últimamente lo tengo un poco abandonado. Luego en mis vacaciones, hacia el mes de octubre, trato de viajar al extranjero. El año pasado me fui a Japón.

¡Ha sido genial entrar en tu peluquería, conocerte un poco más y que nos hayas dado algunas claves de tu oficio!

IRIONDO OPTIKA (Zumaia y Azkoitia)

¡Hasta la siguiente publicación! ¡Estad atentos!

¡Nos vemos!