Muchas personas afirman que el yoga les ha cambiado la vida. La mejor prueba de esta afirmación es que cada vez más gente es amante incondicional de este “arte” milenario que surgió en La India. Y es que no hay duda de que se trata de una de las prácticas más sanas y completas que existen en el mundo… los beneficios que puede aportar a nivel físico, mental y emocional son enormes. Pero el Yoga ¿es una práctica? o es un arte… El Yoga es, en cierto sentido, “el arte de vivir”, porque te enseña a vivir de otra forma donde te sientes más en comunión contigo mismo. A Lide Zatarain, que dirige 802 Yoga Studio, el Yoga le ha enseñado muchísimo… tanto, tanto, que le ha cambiado la vida por completo. A esta dulce mujer le diagnosticaron artritis reumatoide con solo dieciséis años…. Y con solo dieciséis años se le cayó el mundo a los pies… se le paró la ilusión de golpe. Pero el Yoga se cruzó en su camino, o más bien Lide lo encontró cuando su vida necesitaba un soplo de ilusión que le ayudara a luchar en esos momentos tan difíciles que estaba atravesando. Hoy, catorce años después, Lide Zatarain está plenamente feliz de haber encontrado su camino personal y profesional con el Yoga; para ella se trata de mucho más que una práctica, es toda una filosofía de vida. Hace dos años, abrió junto con su pareja, Axier Iturriza, 802 Yoga Studio, que a día de hoy ya cuenta con dos centros: en gros, en c/ Zabaleta 34, y en el centro, en c/ Urdaneta 4. Son dos puntos de encuentro que, como ellos bien dicen, pretenden ser un rincón de paz en mitad del barullo… espacios para lograr momentos de desconexión… y lugares, en definitiva, donde poder sentirnos libres, sin juicios ni presiones. ¡¡Entremos a relajarnos!!

Nuestro reportaje de hoy tiene mucho que ver con la vista… Pero no solo porque vamos a conocer a una de las grandes ópticas de San Sebastián, sino también porque Ricardo Óptico existe gracias a la “visión” de Richard Kaufmann, quien hace ya más de noventa años puso sus ojos por primera vez en esta ciudad… y pensó que algún día volvería para establecerse aquí. Richard Kaufmann, que era oriundo de Pforzheim, una ciudad alemana en la Selva Negra, se enamoró de San Sebastián; algo perfectamente entendible, claro. Por ello, en 1950 abrió Ricardo Óptico, un bonito establecimiento situado hoy en C/ Loyola, 9 que reúne dos grandes cualidades: la selección de las mejores marcas en gafas, lentes y lentes de contacto, y el respaldo de un excelente servicio, tanto humano como técnico. Si echamos la vista atrás, la trayectoria de Ricardo Óptico es un recorrido de tres generaciones. Hoy conoceremos a dos de ellas: Carmen Kaufmann y sus dos hijos, Mikel y Ane Munárriz, que nos abren las puertas de este comercio situado frente al mercado San Martín. ¿Lo vemos?