Ceñirse exclusivamente al ámbito culinario para describir a Aitor Elizegi sería quedarse extremadamente corto. Encontrar hueco en su agenda es una hazaña y conocerle, una vasta tarea muy difícil de abordar ante la imposibilidad de definirle con una sola etiqueta… cocinero, chef, creativo, artista, emprendedor, empresario, productor, dinamizador, consultor, promotor, pregonero… y desde 2017, también presidente de Bilbao Dendak.
Aitor ha cimentado su trayectoria a base de talento, inquietud, pasión, creatividad, rebeldía, compromiso y, por supuesto, mucho esfuerzo. Unos ingredientes que sin duda, de origen, venían con gran calidad, pero que también ha sabido cocinarlos a través de su ávida mirada, que abarca tanto el viejo como el nuevo Bilbao, la tradición y la modernidad, el espíritu local y el internacional. Esta amplia visión ha inspirado un constante punto de ebullición perfecto para que surgiera en todo momento la alquimia de la innovación.
Con gran maestría, Aitor ha sabido desarrollar cada experiencia gastronómica que ha creado, entregándose con gran pasión y creatividad a sus descubrimientos culinarios y a la originalidad de cada puesta en escena. Sus reconocidos logros le han situado como un gran referente, no solo en el sector culinario vizcaíno y vasco, sino también en la gastronomía nacional e internacional.
Y como no hay genio al que no se le conozca por sus obras, en este reportaje visitamos tres ejemplos de su capacidad para crear diferentes identidades gastronómicas, cada una con su propio concepto culinario y sello estético: Basquery, Bascook y Txocook. Tres establecimientos atractivos e innovadores, a la vez que confortables y hogareños. Cada uno de ellos dotado de su propia historia y habitado por su propio lenguaje de infinitos sabores… así es como Aitor conquista el paladar y el alma de sus comensales.