ORTOBERRI, Ortopedia

Cuando ejerces una profesión de forma vocacional y la llevas a cabo con auténtica pasión y amor por tu trabajo, el ingenio humano puede ser capaz de agudizarse al máximo. Y si hay un sector donde el ingenio es una cualidad de lo más necesaria este es sin duda el de la ortopedia.

El origen de la ortopedia se remonta a tiempos tan ancestrales como ancestral ha sido la necesidad de ayudar a las personas que tienen ciertas discapacidades físicas en pro de su bienestar. Se trata de un mundo que, si bien ha evolucionado incorporando tecnologías muy avanzadas, sigue teniendo un carácter muy artesanal. Es curioso que en momias del antiguo Egipto ya se encontrasen férulas realizadas con bambú o cortezas de árboles. Afortunadamente, cuando el sentido de algo es tan bonito como el de ayudar al prójimo, el ingenio humano no tiene ni fecha ni edad.

Hoy vamos a conocer a dos profesionales que llevan muchos años haciendo de su profesión toda una filosofía de vida. Ellos son Carol y Mikel García Carmona, dos hermanos que nacieron en el seno de una familia vitoriana de ortopedistas y que quisieron también volcarse en este mundo.

Ortoberri es un establecimiento de ortopedia joven ubicado en Donostia-San Sebastián (Avenida de Tolosa 13). Cuenta con taller propio de fabricación a medida. Abrió sus puertas hace dos años pero su experiencia es muy dilatada, ya que Carol y Mikel han estado muchísimos años ejerciendo su profesión en Vitoria. No hace falta conocerlos mucho para percibir su calidad humana… ¡eso se siente!

Ortopedia Ortoberri
Tolosa Hiribidea, 13. Donostia – San Sebastián.
  943 84 61 44
  info@ortoberri.com
  www.ortoberriortopedia.es

Entrevista: Gemma Garbizu
Fotógrafa: Marian Etxebeste
Videógrafo: Jon Goda
Coordinación: Laura Manjarrés
Edición y postproducción: Filtro Creativo

ORTOPEDIA ORTOBERRI

Hola Carol, el mundo de la ortopedia ha estado presente en vuestras vidas desde bien pequeños.

Desde que nacimos. Nuestro padre Ángel siendo ya muy joven empezó a interesarse por este campo. Trabajaba en una farmacia de Vitoria y por aquella época los productos de ortopedia solían encontrarse en las farmacias. A nuestro padre le apasionaba este mundo, era un hombre muy creativo y tuvo una inquietud constante por aprender todo lo que se desarrollaba trayendo sistemas novedosos del extranjero. Estamos hablando de los años setenta y aquí la ortopedia estaba a años luz de países como Alemania o Suecia. Con el tiempo, nuestro padre le compró al dueño de la farmacia la parte de la ortopedia y la desarrolló muchísimo.

Dime Mikel, ¿por qué os gusta tanto vuestro trabajo?

Poder ayudar a gente que tiene verdaderos problemas de movilidad y sentir que puedes hacer algo para mejorar su calidad de vida es algo que te hace sentirte realmente lleno a nivel emocional. Nuestros padres siempre nos transmitieron una manera de entender este mundo donde por encima de rentabilidades comerciales está la satisfacción de las personas, y ver que una persona con alguna discapacidad sienta que su calidad de vida mejora, no tiene precio.

Me imagino que tendréis casos de lo más emotivos.

Sin duda, y casos de algunos fallecimientos que me han afectado sobremanera. De hecho, por este motivo, yo estuve una temporada de mi vida dedicado al sector de la cosmética, que también me gusta mucho. Pero cuando hace dos años Carol me animó a abrir con ella Ortoberri no lo dudé y es la mejor decisión que he tomado. Cada persona que entra por la puerta de esta ortopedia es un mundo, y muchas tienen auténticos problemas en su día a día. Subir una escalera, algo tan cotidiano que para ti puede ser lo más sencillo del mundo para mucha gente es un auténtico calvario. Ahí está en muchos casos el ingenio para saber adaptar los productos que existen en el mercado a cada caso concreto, y conseguir una solución que les ayude es lo más satisfactorio.

Dime Carol, ¿es cierto que la ortopedia sigue siendo un campo muy artesanal?

Sin duda, bien es verdad que en ciertos aspectos ha evolucionado mucho y ahora disponemos de grandes adelantos como los escáneres 3D. Pero hay muchos productos ortopédicos que se personalizan de una forma muy artesanal. Tenemos muchísimos casos en los que mi hermano y yo nos hemos “agotado mentalmente” para poder dar con una solución concreta, pero somos muy cabezotas (Carol sonríe) y cuando la consigues te das cuenta de que todo el esfuerzo merece tanto la pena…

¿Cuál ha sido vuestra escuela, Mikel?

Mi hermana y yo nos llevamos solo un año de diferencia y cuando realizamos nuestros estudios no existía una escuela de ortopedia. En nuestro caso tenemos un título de técnico ortopédico que depende de la facultad de medicina de la complutense de Madrid. Al mismo tiempo que cursábamos estos estudios trabajábamos con mi padre en su ortopedia de Vitoria y sinceramente creo que no hay mejor Wikipedia de Ortopedia (risas).

Sois cuatro hermanos y todos os dedicáis a este campo, ¿no Carol?

Efectivamente. Tenemos otros dos hermanos que trabajan en Vitoria, y mi hermana fue profesora en la primera escuela que se creó de Ortopedia en Valencia, donde estudió nuestro hermano pequeño. Yo aparte de mis estudios de Ortopedia me formé en gestión empresarial con miras a abrir mi propia ortopedia, que es lo que he hecho junto a mi hermano. Mikel por su parte también ha estudiado filología hispánica, historia del arte y cine. Somos personas con bastantes inquietudes y quizás por eso conectamos mucho.

¿En qué aspectos ha evolucionado principalmente el sector de la Ortopedia?

Sobre todo en el campo de las ayudas técnicas. Productos como los andadores o las sillas de ruedas se han perfeccionado de forma continuada, y han contribuido a que las personas con invalidez o movilidad reducida cambien su estilo de vida y puedan relacionarse mucho más a nivel social. Este país se ha abierto mucho, y ahora afortunadamente estamos muy equiparados a otros países. Por otro lado las personas con movilidad reducida disponen de muchas ayudas tanto por parte de la Diputación de Gipuzkoa como por Osakidetza y eso es de agradecer. Pero por ejemplo en campos como la domótica aún queda mucho por desarrollar, y el bienestar de las personas con discapacidades en su propio hogar es también algo muy importante…

Contadnos algún caso en el que habéis adaptado un producto ortopédico a unas circunstancias concretas…

Difícil ceñirnos a uno solo. Por ejemplo tenemos una clienta que vive en un piso sin ascensor y necesita la ayuda de un andador, pero tiene un tramo de la escalera tan estrecho que caminando con el andador no puede pasar. Ideamos un sistema de correas para que en ese tramo la mujer pueda llevar fácilmente el andador a sus espaldas, y ahora puede salir a la calle mucho más fácilmente… ¿Sabes lo que vale para nosotros una sonrisa de esta mujer cada vez que viene a vernos?

El escáner 3D sustituyendo a los moldes de escayola es otra evolución, ¿no?

Así es, pero no en todos los casos es lo más adecuado. Por ejemplo es idóneo para piezas como un asiento para una silla de ruedas en casos de parálisis cerebral, porque te permite realizar ese asiento con total precisión. Pero en otros productos como por ejemplo un corsé preferimos utilizar moldes de la forma tradicional.

¿Los productos de Ortopedia deben ser siempre totalmente rígidos? O se puede usar materiales más flexibles.

Nuestro padre siempre nos inculcó que en la Ortopedia hay que tratar de “anquilosar” la movilidad del paciente lo menos posible dentro de lograr la mejor corrección postural por supuesto. Es muy importante estimular la propiocepción del paciente: el propio cuerpo siempre tiende a buscar el equilibro y hay que darle cierta libertad para que él mismo vaya estimulándose y aprendiendo. Por ello nosotros tendemos a utilizar materiales algo más flexibles siempre que el caso lo permita.

Me imagino que es muy importante trabajar en equipo con otros profesionales de la salud.

Sin ninguna duda. Nosotros debemos saber mucho de biomecánica y de las diferentes patologías y analizar a cada persona en todo su conjunto, porque en caso contrario puedes solucionar una cosa y empeorar otra. Pero no nos olvidemos de que los que más saben de las diferentes patologías son los especialistas médicos, y por ello es fundamental trabajar en coordinación con ellos en beneficio del paciente.

Una de las patologías que tratáis mucho es la escoliosis.

Efectivamente, tenemos muchos casos sobre todo de niñas. Sus columnas empiezan a torcerse y esta patología no se sabe a qué se debe. En estos casos es muy importante la prevención y tratar el problema cuanto antes para que no llegue a casos tan extremos como el de verse afectada por ejemplo la capacidad respiratoria. Aplicando unos sistemas de corsés a lo largo de la etapa de crecimiento se puede lograr detener el progreso de la escoliosis y evitar tener que recurrir a la cirugía. Debo decir que en el hospital de Gipuzkoa tenemos la suerte de contar con un equipo médico especializado en columna realmente fantástico, tanto a nivel profesional como por su calidad humana.

Imagino que en una profesión como la vuestra la formación será constante.

Por supuesto. Asistimos muy a menudo a cursos y congresos a nivel internacional para estar a la última de todo lo que se va desarrollando en el mercado. Ferias como la de Dusseldorf son de visita obligada; reúnen a las firmas más importantes del sector y son el mejor punto de encuentro para conocer las técnicas de vanguardia.

También tenéis mucha experiencia en prótesis de mama para casos oncológicos.

Este es un campo que abordamos con máxima delicadeza y en este sentido hemos tenido una inmejorable maestra; nuestra madre. Ella, Manuela Carmona, lleva años trabajando con mi padre en Vitoria y fue la primera persona que organizó desfiles con prendas de corsetería para mujeres con prótesis de mama; eran un éxito total. Por aquella época no había muchas prendas de baño y corsetería atractivas para mujeres en esta circunstancia y nuestra madre traía muchas novedades de mercados más innovadores como Francia o Barcelona. Es muy importante que las mujeres que pasan por este proceso se sientan lo mejor posible, y nosotros tratamos de que tengan prendas de baño y corsetería con las que se encuentren a gusto.

Las plantillas y el calzado son otro campo muy importante dentro de la ortopedia.

Sin duda, y son todo un mundo. En Ortoberri fabricamos nuestras plantillas a medida de una forma exclusivamente artesanal, personalizándolas al máximo para ajustarlas a la fisonomía del paciente procurando repartir presiones y equilibrar la pisada. De esta manera no solo tratamos el pie sino que además evitamos el sufrimiento de articulaciones como la rodilla o cadera y favorecemos una postura correcta. Podemos realizar estudios muy completos si el caso lo requiere, y es fundamental que dichos estudios tengan en cuenta el conjunto de la persona.

Por otro lado hacemos mucho hincapié en la importancia de un buen calzado en el caso de las personas con diabetes. Es vital usar un calzado de máxima calidad y que no produzca rozaduras en los pies. Hay casos con diabetes muy desarrolladas en los que la persona no tiene sensibilidad en esta parte del cuerpo, y un calzado inadecuado puede derivar en problemas realmente serios.

¿Otras patologías que tratáis mucho?

Están las patologías reumáticas como la artritis, que hacen que las articulaciones se resientan y que zonas como el pie sufran mucho. Realizamos plantillas especiales para ayudar a estas personas a evitar la inflamación de sus pies, o fajas que se amoldan completamente a la morfología de cada espalda para contrarrestar dolores lumbares o evitar aplastamiento de vértebras por casos de osteoporosis.

Habréis establecido con muchos clientes vínculos que van más allá de la relación profesional.

En esta profesión hemos hecho grandes amistades; es un mundo que te lleva a implicarte de lleno en las dificultades de tus clientes, y sentir que puedes dar solución a problemas que les quitan el sueño forma una parte muy importante de nuestra vida y de nuestra identidad.

La verdad es que basta conoceros un poco para darse cuenta de que tenéis una sensibilidad especial.

Lo hemos vivido desde pequeños. Nuestro padre nos transmitió su gran amor por esta profesión y también por la música. Él tocaba en un conocido grupo en sus tiempos de juventud y nosotros también tocamos algunos instrumentos. Yo toco el chelo y mi hermana Carol el piano, aunque claro… en eso estoy a años luz de nuestro padre (risas).

Muchas gracias por descubrirnos a un mundo tan especial como este. ¡Ha sido un placer conoceros!

¡Hasta la siguiente publicación! ¡Estad atentos!

¡Nos vemos!

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