MÓNICA OSORO, ESTÉTICA

EL HANGAR & GLAM BROW STUDIO & VALENTINA

Mónica Osoro
   Calle Prim, 23. Donostia – San Sebastián
  637 52 40 55
  hola@monicaosoro.com
  www.monicaosoro.com

¿Cuántas cosas dice la piel de una persona? No hay duda de que la piel habla, es el reflejo de todo lo que está sucediendo dentro de nuestro organismo. Es el transmisor de nuestras penas o alegrías, de nuestros estados emocionales…se ruboriza cuando nos dicen algo que nos avergüenza, suda cuando estamos nerviosos o palidece cuando algo nos asusta… Y es que la piel tiene una íntima y estrecha relación con el cerebro y sistema nervioso; recubre nuestro cuerpo como un afinado radar.

De todos estos conocimientos sabe muchísimo Mónica Osoro, que lleva más de veinticinco años dedicándose a cuidar la piel y el cuerpo de una forma integral, mimándola desde el interior para que luzca sana y radiante por fuera. A través del cuidado de la piel, aplicando sus “mágicos aceites esenciales” y su cosmética natural, esta profesional trata de lograr que se alcance el bienestar y se descubra lo mejor de uno mismo.

Ella tiene su cabina en la c/ Prim 6, donde atiende las necesidades estéticas de sus clientes. Y es muy curioso… porque cuando muchas de estas personas terminan de realizarse un tratamiento con Mónica, no reparan en si su piel está mejor o no, lo cual damos por hecho, lo que más sienten al terminar la sesión es que están mucho más ligeras, relajadas y liberadas de tensiones… ¿Cuál es el secreto? ¡¡Vamos a conocerlo!!

Colaboradores: El Hangar,  Glam Brow Studio (maquillaje) y Valentina

Entrevista: Gemma Garbizu
Fotografía: Marian Etxebeste
Coordinación: Laura Manjarrés
Edición y postproducción: Filtro Creativo

Blusa origami con volante rojo anaranjado y blazer crepe-rosa palo de El Hangar.

Hola Mónica, la verdad es que transmites una gran paz interior, ¿cómo lo has logrado?

Esto es verdaderamente todo un proceso, a lo largo de estos años he ido experimentando diversas técnicas hasta conseguir encontrar las que considero más útiles para mí, y eso lo he convertido en una rutina diaria para toda la vida. Las cosas sencillas pero realizadas de forma constante me dan grandes resultados, como pasear en silencio a diario sin móvil, sin música… sólo observando el paisaje, la gente… e inhalar aceites esenciales a lo largo del día: todo ello me ayuda mucho a detener mi mente.

Valentina en c/ Bergara, 18 es una tienda de decoración que le encanta a Mónica. Tiene un sello muy especial, tan inspirador como los aceites que utiliza en sus tratamientos .

Y, ¿cómo influye esto en tu profesión?

Para mí es una forma de aportar coherencia, ¿Cómo voy a tratar de liberar tensiones en otros si yo no estoy relajada? ¿Cómo voy a escuchar las necesidades de mis clientes si mi mente tiene mil pensamientos a la vez?

Así considero que puedo acompañar mejor a las personas hacia su bienestar a través de los cuidados de la piel y del cuerpo, ayudando a liberar toxinas y el estrés que acumulan. Y sin duda, esta labor me aporta mucha satisfacción.

Blusa origami con volante rojo anaranjado de El Hangar.

Vayamos al comienzo de tu historia… ¿Siempre has tenido vocación por el mundo de la estética?

Si, yo empecé hace unos veintinueve años en esta profesión y ya desde pequeña me encantaba cogerle a mi madre su maquillaje, hacerle la manicura a mi abuela, ponerme los zapatos de tacón de mi tía, era una niña bastante presumida que ya apuntaba maneras (risas).

¿Qué estudiaste?

La verdad es que en el colegio me aburría mucho, nada despertaba mí interés, sin embargo luego he estudiado todo y más en el ámbito de mí profesión, y lo que vendrá… Tras terminar COU hice un grado de formación profesional de estética en una de las pocas academias que existían por aquélla época, Inter Beauté y, como se me daba bien lo que hacía, me contrataron para trabajar allí mismo.

¿Siempre tuviste inquietud por ir más allá del ámbito puramente estético?

Sí, de hecho cuando inicié mis estudios ya sabía cómo maquillar de forma profesional, me gustaba mucho el mundo de la estética y del maquillaje, con mis ahorros compraba muchos libros sobre el tema a una distribuidora que había en Madrid. Pero también me atraían mucho la fisiología y biología, necesitaba entender como funcionaba la piel y el cuerpo.

Blusa cruzada florecitas verde de El Hangar.

¿Tu mente curiosa es la que te llevó a profundizar cada vez más?

Sin duda, estudié y trabajé en la academia durante unos años y ya observaba que había diferentes tipologías de clientes: ¿Por qué unas personas tenían mucho abdomen y piernas delgadas? ¿Por qué otras todo lo contrario? Notaba en una clienta que su cuerpo había cambiado mucho en una semana y no siempre era todo una cuestión de alimentación; había algo más que incidía en esos cambios en su piel y en su cuerpo, y yo quería entender todo eso.

Por eso te empapaste de los conocimientos de Naturopatía…

Exacto, la Naturopatía nos permite entender qué es lo que ocurre dentro de nuestro organismo para que por fuera seamos tan diferentes unos de otros. Empiezas a comprender no sólo al cuerpo, sino también al ser humano en su conjunto. Hay factores que afectan de forma distinta a cada persona: hay gente a la que le afecta lo que come, si duerme bien o mal, o si ha tenido un disgusto, reflejándose todo esto a nivel corporal. En cambio hay otras personas a las que solo les afecta a nivel nervioso o en su estado anímico.

Háblame un poco más de la Naturopatía…

Esta disciplina estudia, entre otras cosas, cómo el cuerpo está conectado con la naturaleza y sus ritmos. Por eso hay personas que se alteran con los cambios de estación: hay gente más sensible al otoño y por eso se entristecen en esa época, otras que en primavera se sienten cansadas y tienen problemas de piel, otras que se sienten mejor en verano…

Aprendes a leer el cuerpo como un mapa que te indica dónde están los bloqueos y dónde están los puntos clave para reequilibrarlo. Es necesario otorgar a la persona una sensación de bienestar y desde ahí liberarle de tensiones para lograr que el cuerpo se ordene: ello repercutirá positivamente en que duerma mejor, que la piel se oxigene…

¿Qué es el bienestar para ti?

Para mí el bienestar es que las personas se sientan bien, tanto en su piel como en su cuerpo y disfruten de ser ellas mismas.

¿Y la belleza?

Yo entiendo la belleza como el reflejo de un orden interno natural que, cuando lo perdemos, puede manifestarse a través de diferentes alteraciones: arrugas, irritaciones de la piel, pesadez en las piernas, en el cuerpo… y en ese momento estamos alejándonos del bienestar. Pero este orden no necesariamente nos hace sentirnos guapas, ese es otro tema que daría para otra entrevista. En mi experiencia sentirte guapa es una combinación de aprender a conocerte, aceptarte, de disponer del asesoramiento adecuado y del compromiso contigo mismo para, en cada momento de tu vida, poder lucir desde tu esencia.

Cuéntame Mónica, ¿en qué consisten tus tratamientos?

En todos mis tratamientos aplico tecnología de vanguardia combinada con técnicas ancestrales y con alta cosmética biológica. Son sesiones muy personalizadas, cada cliente acude con diferentes necesidades y circunstancias y por ello le ofrezco diferentes posibilidades según la disponibilidad de su tiempo y económica: hay opciones para todo el mundo. Pero mis tratamientos son siempre globales: “ayudo a establecer la armonía interna del cuerpo para que surja la auténtica belleza de las personas”. En mi opinión si no trato desde el interior de la persona, los tratamientos no son tan efectivos a la hora de conseguir una mejoría real y duradera.

Blusa tunecina de El Hangar

Lo primero que trabajas es la espalda, ¿no?

Sí, independientemente de que vengan a hacerse un cuidado facial o corporal, primero trabajo la espalda, los lados de la columna, y realizo un masaje donde trabajo diferentes recorridos y zonas reflejas para que sienta más relajados, eliminando las tensiones acumuladas. Es como hacer un “reset” y predisponer al organismo a ese orden del que antes hablábamos.

¿Y desconectan de todo?

Eso procuro, intento con ello que la mente baje de “revoluciones” y conecten con su cuerpo, es el famoso “aquí y ahora”. Luego ya comenzamos la sesión, todos sabemos que con menos tensiones todo nos va mejor.

O sea que a través de trabajos en la piel, puedes lograr resultados en el estado de ánimo…

Sin duda, desde el bienestar y el mimo aplicado en mis tratamientos a través de la piel, puedes “aligerar tu vida”, desprenderte de esa “pesada mochila” que llevamos. Se libera esa carga emocional que suele traducirse en un exceso de estrés y que deriva en diversos problemas, como no descansar bien o tener retención de líquidos…. Trato, en definitiva, de hacer cambios en el cuerpo para que esos estados de estrés desaparezcan y la persona se equilibre de forma natural. Y no tienen por qué compartir sus sensaciones conmigo si no quieren, ¡sin hablar también podemos liberarnos!

¿Qué resultados notan cuando terminas un tratamiento?

Cuando terminan el tratamiento, es curioso que casi nadie me habla de cómo sienten su piel, que es a lo que venían; se sienten tan relajados… El otro día me hizo gracia una clienta que me dijo “nunca había pensado que la cara pesaba, la siento mucho más ligera” (Mónica sonríe complacida). Cuando terminan el tratamiento suelen encontrarse muy ligeros y no es una cuestión de menos kilos… se han quitado un peso que no se ve: ¡¡el de las tensiones, el de la vida y el estrés!!

¿Con qué frecuencias realizas los tratamientos a tus clientes?

Varía mucho. Tengo clientes a los que les hago tratamientos puntuales ,y otros que realizan tratamientos de forma continuada bien porque les gusta prevenir o bien porque su tema es más complejo, hay que darle tiempo al cuerpo para que se vaya ordenando, en ocasiones supone toda una evolución en la persona. ¡No hago milagros!

Son muy recomendables los tratamientos estacionales para preparar el cuerpo de cara a los cambios de cada época, de hecho tengo clientas sólo “estacionales”. Siempre que hago tratamientos les aconsejo, si lo necesitan, en otros aspectos, como pautas de alimentación que deben llevar o que hagan algo de ejercicio, aunque sea pasear. Si el tema es complejo les derivo al médico o a un profesional más especializado que yo.

¿Hasta qué punto te consideras coach?

Yo no tengo formación en coaching, es una profesión que respeto muchísimo y no quiero formar parte del intrusismo al que está sometida. Pero sí es cierto que clientas que ya tienen su coach me dicen: “eres como mi coach pero para la belleza”. Yo trato de que las personas se encuentren mejor anímica y físicamente mediante mis tratamientos, y cuando una persona se siente mejor es más fácil que vea el camino que le conduce a sus objetivos.

¿Crees que hay cremas maravillosas que hacen milagros?

Para nada, en el mundo de la cosmética se ha vendido mucha ilusión y ahora estamos en un momento donde el consumidor está receloso y cansado de gastar dinero para apenas notar resultados, además está saturado de información.

Mi propuesta es la cosmética saludable, conocer muy bien el producto, el laboratorio y que sean firmas que mantienen su calidad y sus valores durante años a pesar de las tendencias del mercado.

Trench safari mostaza de El Hangar.

Háblame de la cosmética biológica que aplicas en tus tratamientos…

Yo empleo tres firmas de alta cosmética en la que la mayoría de los productos son cien por cien biológicos; otros no lo son porque están catalogados como silvestres. Me ha costado mucho encontrar cosméticos naturales de gran efectividad que lleguen a actuar a nivel celular: son productos únicos en algunos casos. Además he tenido la suerte de visitar el laboratorio de una de ellas y de conocer a la persona que los creó; verdaderamente formular es todo un arte , y más con tanto mimo y conciencia.

Todos los productos destacan por su alto grado de pureza, y se elaboran respetando todos los ciclos de la naturaleza de forma que cada principio activo tiene su máxima fuerza. Por otro lado están los aceites esenciales de grado terapéutico, que son los que ayudan a reordenar a la persona a otros niveles.

¿Es caro cuidarse con este tipo de producto?

En este momento tengo productos con un precio que oscila entre treinta y ochenta y cinco euros con los que puedes tratarte durante mes y medio o dos meses, como ves hay para todas las economías. Para mí es más caro introducir sustancias tóxicas en mi cuerpo a través de la piel, además de las que ya nos introducimos a diario por otros medios…

¿Qué consideras , Mónica, que debe tener un buen cosmético bio?

En mi opinión deben llevar, por un lado, una alta concentración de principio activo por fórmula y ser productos multifunción, es decir, que cada uno de ellos cubra todas las necesidades de la piel. Nuestra piel necesita alimentarse de minerales, vitaminas, ácidos grasos y proteínas, al igual que nosotros. Por ello, estos cosméticos deben suponer una “dieta” completa para la piel. Por otro lado, deben trabajar sobre la estructura de sostén y sobre las funciones de la piel (respirar, protegerse, desintoxicarse…) De esta forma se potencian los mecanismos de la piel para que luzca más sana y bonita.

¿Y los aceites esenciales? ¿Qué consiguen?

Está más que demostrado que los aceites esenciales son muy efectivos para aliviar el estrés, estabilizar el estado de ánimo, mejorar el sueño, mejorar la memoria y el nivel de energía, ente otros. ¿Y sabes por qué? Porque rápidamente, al inhalarlos, llegan a una parte de tu cerebro y activan la información necesaria para ayudar a equilibrarte, “saltándose” a tu mente que normalmente es la que más nos boicotea a la hora de conseguir bienestar y nuestros objetivos

Un aceite esencial es la parte más volátil de una planta, árbol, raíz o fruto, es la parte más pura… es como “su alma”. ¿Sabes que hay aceites como el de rosa que necesitan cuatro toneladas de sus pétalos para obtener un litro de aceite esencial? Estos aceites esenciales me tienen enamorada y mira que llevo años entre aceites… Además de las aplicaciones en piel y las inhalaciones ya conocidas, los combino con el espacio (feng shui).

¿Cómo surge este “maridaje”?

Pues por el afán de ayudar más a mis clientes, me daba cuenta de que el origen de la alteración que tenían en la mayoría de las ocasiones estaba en el entorno en el que vivían. Si no encontraba una alternativa para ello, el resultado de mis sesiones no se mantenía en el tiempo tanto como yo deseaba. Y así llegue al Feng Shui.

Llevo más de diez años aprendiendo y experimentando con él, se trata de un antiguo sistema de filosofía china que consiste en armonizar el entorno que nos rodea de forma que tenga un efecto positivo en nosotros. El espacio externo nos influye muchísimo más de lo que te imaginas y si quieres tú puedes transformarlo; por supuesto no hace falta cambiar de casa, pero sí puedes cambiar o añadir algunas cosas. El Feng Shui te ayuda a conseguir que el espacio que te rodea apoye lo que quieres conseguir, por eso los aceites esenciales terapéuticos en difusor son un gran aliado.

¿Entonces puedes crear ambientes según el objetivo que tengas?

¡Claro y sin tóxicos! Por eso en mis tratamientos lo primero que hago es acondicionar la propia cabina en función de la sesión que vaya a realizar. Los aromas que elegimos para nuestro espacio personal son importantes, tanto para crear ambientes agradables donde sentirte relajado, como para crear una atmósfera de estudio y concentración, o también donde se preparan reuniones de trabajo para ser más creativo y tener claridad de ideas a la hora de tomar decisiones.

¿Los aceites esenciales los aplicas con diferentes técnicas de masajes?

Si, al igual que las arcillas hay masajes muy diferentes en función de los resultados que quieras conseguir. En todos ellos trato que mis clientes tomen conciencia de su cuerpo para lograr disfrutar de ese momento, olvidándose por un tiempo de sus “preocupaciones”.

¿Qué tipos de masajes haces?

Para mí hay como tres “familias”: los relajantes tipo spa (cañas de bambú y maderas), los específicos (contracturas, drenaje, reductores..) y los reequilibrantes que se trabajan en una dirección dependiendo de si la persona está cansada o con un exceso energía, “pasada de rosca”(risas)

¿Cuál es el masaje que más libera las tensiones?

Para mí el “Gota de lluvia”, se realiza con nueve aceites esenciales trabajando los pies y los lados de la columna vertebral. ¡Me encanta! De hecho hace dos semanas que he llegado de Croacia de perfeccionar la técnica. Es una maravilla para soltar estrés, cargas y tensiones: al terminar te sientes muy ligero y con gran claridad mental. ¡Y tienen un gran efecto “detox”!

¿Por qué se llama Gota de Lluvia?

Porque los aceites se van rociando por la espalda como si estuviera lloviendo. Es una técnica ancestral que practicaban los Indios Lakola, ellos lo realizaban con plumas y nosotros lo hacemos con unos pases muy sutiles, añadiendo los aceites esenciales para potenciarlo.

Y las mascarillas de color y la aparatología… ¿para qué las utilizas?

Aunque me gusta mucho dar masaje y creo que nada sustituye la sensación tan placentera del contacto manual, es cierto que hay situaciones que requieren el apoyo de aparatología para avanzar más rápido. En mi caso se trata de aparatología no invasiva como el recuperador celular Indiba. Las mascarillas de color me ayudan a activar zonas reflejas del cuerpo para mejorar los mecanismos de eliminación y oxigenación.

Otra de tus facetas profesionales es la formación, ¡te apasiona!

Sí, empecé muy jovencita siendo técnica de una firma de maquillaje, luego lo fui de diferentes laboratorios de cosmética natural y de Indiba. Me encanta compartir mi experiencia con otras compañeras y acercar el bienestar a las personas.

¿Sólo a profesionales? qué lástima…

Nooo, precisamente ahora estoy impartiendo talleres, yo les llamo reuniones porque son muy familiares, de aceites esenciales terapéuticos y sobre el cuidado de la piel.

Cuéntame cómo son estas reuniones “familiares”

El objetivo de las reuniones sobre el cuidado de la piel es aprender a conocer nuestra piel, las necesidades que tiene, las rutinas que le convienen y a diferenciar los tipos de cosméticos que hay en el mercado. Son talleres de grupo reducido, prácticos y sencillos para experimentar texturas y aprender a disfrutar cuidándote. Esto les ayuda a saber qué y cómo comprar sus cosméticos, en un futuro.

El de los aceites esenciales tiene como objetivo acercar el bienestar a la persona y a su entorno. Aprender a utilizarlos de manera sencilla para transformar su día a día. No es un curso de aromaterapia, es saber qué aceite esencial puedo oler, aplicarme o poner en el difusor si estoy estresado, si mi cabeza no para de dar vueltas, si mi hijo no se concentra, si me he dado un golpe… Y como hemos comentado antes, poder crear ambientes específicos en oficinas, estudios de asesoramiento de imagen, centros de entrenamiento personal o coaching… La verdad es que aprendemos y nos divertimos mucho, son reuniones muy prácticas donde experimentamos el poder de estos aceites esenciales y su versatilidad.

Para Mónica una de esas “pequeñas cosas”, pero de las más gratificantes, es hacer la vida un poquito más fácil a las personas.

Me imagino Mónica que por tus creencias llevarás una vida muy sana…

La verdad es que sí, para mí es mucho más que un trabajo, es una filosofía de vida. Me gusta comer sano, cocinar, hacer deporte, pasear en la naturaleza, estar con mi gente… la verdad es que disfruto con pequeñas cosas, pero diariamente, que es lo verdaderamente importante para mí.

¡¡Tenemos que probar cuanto antes esos maravillosos aceites y cuidados, Mónica, muchas gracias por todo!!

EL HANGAR

  • Blusa origami volante rojo anaranjado
  • Blazer crepe-rosa palo
  • Blusa tunecina Grand Liberty
  • Blusa cruzada florecitas verde
  • Trench safari mostaza

¡Hasta la siguiente publicación! ¡Estad atentos!

¡Nos vemos!

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