FRANCIS MAISO

Francis Maiso
   Calle Hernani, 25. Donostia – San Sebastián
  943 422 929
  www.francismaiso.com

Hoy quiero lanzar una pregunta al aire… ¿Qué profesional ha sido el mayor revolucionario de San Sebastián esculpiendo el cabello con sus tijeras? Miles de Donostiarras coincidirían en la misma respuesta: “Francis Maiso”… sin ninguna duda.

Con su creatividad desbordante y su tenacidad, como buen Tauro, este “arquitecto del pelo” lleva toda una vida trabajando, demostrando una absoluta maestría en el arte de cortar el cabello. Son ya más de cincuenta años, que se dicen pronto… pero se viven muchísimo.

Francis Maiso comenzó en el sector de la peluquería a la tempranísima edad de los doce años, cuando la mayoría de los niños leían y jugaban en la escuela. A los treinta y dos, lograba que sus desfiles se llenaran a rebosar de público, tanto en España como en el extranjero; eran alucinantes puestas en escena donde cada detalle era estudiado al milímetro… por algo resultaban siendo un éxito rotundo.

Francis se define como bastante cabezota, y como “asquerosamente” perfeccionista en su trabajo (su equipo, que le acompaña en esta entrevista, se ríe cuando le oye decir esto). Yo lo defino como un GRANDÍSIMO maestro, todo un referente en su campo profesional: por algo esa “magia” de sus cortes asimétricos marcaron auténtica tendencia durante años. Hoy nos abre las puertas de su salón de peluquería Francis Maiso, ubicado en c/ Hernani, 25. ¿Queréis conocer su historia? Seguro que sí…

Entrevista: Gemma Garbizu
Fotografía: Marian Etxebeste
Grabación de vídeo: Urko Bilbao
Coordinación: Laura Manjarrés
Edición y postproducción: Filtro Creativo

MAKING OF

Hola Francis, llevas trabajando desde los doce años en algo que te apasiona… difícil condensar en una entrevista la cantidad de vivencias que tendrás en tus recuerdos.

Ha sido toda una vida, y te diré que voy a cumplir sesenta y un años y sigo con la misma ilusión de aquel niño, pequeño de edad y también pequeñito de apariencia (sonríe). Fue un hermano mío, Ángel, el que empezó en el sector de la peluquería, trabajaba en un establecimiento que se llamaba “Pili”, en la calle Padre Larroca de Gros. Cuando terminaba el trabajo y llegaba a nuestra casa, en un quinto piso de Rentería, había una larga cola de personas esperando para que les cortara el pelo; mi hermano era muy bueno en su trabajo y tenía mucho éxito, tanto que llegaba a trabajar incluso los domingos.

¿Tu hermano también empezó siendo muy niño?

Sí, con doce o trece años, al igual que yo; en aquella época el que no valía para estudiar se ponía a trabajar. En nuestra casa se improvisaba algo parecido a una peluquería para que mi hermano atendiera a los clientes: lavaba cabezas en el único baño que teníamos y cortaba el pelo en el comedor. Pero estaba teniendo tanto éxito, que mis padres decidieron comprar otro piso en Rentería y montaron la primera peluquería de los Maiso.

¿En esa peluquería comenzaste tú, Francis?

Efectivamente, allí comencé a los doce años, barriendo, lavando cabezas y haciendo servicios técnicos de color. Posteriormente realicé estudios de peluquería en la academia Guallar de Secundino Esnaola.

Y a los años os vinisteis a San Sebastián….

Primero estuvimos en Amara, en Sancho el Sabio 23, y como el negocio funcionaba muy bien, decidimos coger otro local en la misma calle pero en el nº 1. Sin embargo, antes de iniciar las obras del segundo establecimiento, nos enteramos de que se había puesto a la venta un local en el número 23 de la Avenida de la Libertad, así que dejamos Amara y nos vinimos al centro.

¿De qué años estamos hablando?

Eran los años setenta, fuimos creando un sello muy personal de estilismo en el cabello. Cada vez teníamos más público que quería cortarse el pelo “al estilo Maiso”, la verdad es que revolucionamos el concepto de la peluquería en esta ciudad en cuanto al corte y al color. Empezamos con los cortes asimétricos que nadie hacía en ese momento, arriesgábamos con colores rojos y verdes que nunca se habían visto, aunque por supuesto que no todos salían con esos “looks” por nuestra puerta, teníamos clientela de muchos estilos…

En la peluquería, aparte del equipo, está Luisa, la perrita de Francis Maiso y su compañera del alma. “Es la recepcionista de la peluquería”, dice Francis: ¡¡”más maravillosa no puede ser”!! “Era una perrita de terapia y ayudaba a niños con Síndrome de Down, yo la cogí tras perder tristemente a mi anterior perro, Leo, al que también quería con locura”.

¿Cómo os organizabais con tanto trabajo?

Como cada vez teníamos más y más trabajo, decidimos abrir un segundo local en el número 45 de la misma avenida. Teníamos un gran equipo de personas, la verdad es que siempre hemos tenido un compañerismo increíble por lo cual estoy muy agradecido, pero no dábamos abasto para poder atender a todos los clientes, así que con el tiempo decidimos abrir un tercer local justo en la esquina de Urbieta con la Avenida, donde ahora está la joyería González Larrauri.

Y en este tercer local comenzasteis a impartir clases de peluquería…

Sí, en este nuevo local dábamos clases de peluquería los lunes y los martes por la tarde. Para impartir las clases acudían a la peluquería muchas modelos y les cortábamos el pelo a modo de enseñanza a nuestros alumnos: fueron cientos y cientos las modelos que pasaron por nuestras manos.

Francis Maiso retocando a su amiga y modelo Coro Pereira, quien colaboró con él en sus numerosos desfiles.

¿Recuerdas alguna anécdota?

Recuerdo varias, una de ellas es que muchos profesionales se sentaban en los bancos de fuera para ver cómo salían las clientas peinadas.

Me imagino que habrán sido muchísimos los peluqueros que han trabajado en los locales de Maiso…

Muchísimos, grandes peluqueros y grandes personas. Muchos de esos peluqueros son ahora excelentes profesionales en diferentes lugares repartidos por el mundo, y para mí es un orgullo.

También has sido todo un experto en organizar desfiles ¿Cuándo decidiste comenzar con ellos?

Fue cuando ya teníamos los tres locales abiertos en la Avenida. Mucha gente quería ver cómo trabajábamos el cabello y muchas modelos querían que les cortásemos el pelo, así que decidí organizar desfiles para que el público pudiera verlo. En un comienzo hicimos desfiles en lugares como La Perla y diferentes discotecas, eran gratuitos: ni los locales, ni nosotros ni las modelos, cobrábamos dinero por los desfiles, pero la verdad es que yo me dejaba mucho dinero en vestuario; eran puestas en escena realmente impresionantes: vestuario, modelos, coreografía…

¿Pero vuestros desfiles siempre fueron gratuitos?

No, con los años ya suponían demasiado gasto, el listón estaba muy alto y siempre había que superarlo. Mi lema es “tratar de mejorar lo que me gusta”. La gente estaba dispuesta a pagar por ver los desfiles así que empezamos a cobrar, hicimos verdaderas maravillas, tanto en diferentes puntos de España, en teatros como los Scalas de Madrid y Barcelona, la Pasarela Cibeles y las Ventas de Madrid, como en el extranjero: recuerdo por ejemplo uno en Montecatini, Florencia, que fue espectacular.

Tienes mucha memoria…

Tengo mucha memoria y también grandes tesoros guardados en mi cajón. Yo tengo guardados como oro en paño varios cuadernos donde tengo anotados los cientos y cientos de teléfonos de las personas con las que he trabajado: teléfonos de todas las modelos, de todos los alumnos a los que he impartido cursillos y de muchísimos clientes.

Durante la entrevista voy descubriendo a un Francis Maiso muy humano y con una gran sensibilidad, está encantado de hacer este reportaje rodeado de su equipo de personas, quienes para él son un pilar fundamental (me lo dice constantemente). Me sorprende mucho cuando me enseña esos cuadernos guardados en su cajón, están perfectos a pesar del paso de los años, todo está cuidadosamente anotado con una letra muy clara y limpia.

¿Sabes delegar, Francis?

La verdad es que me cuesta mucho. En los desfiles era yo el que organizaba todo: el vestuario, las coreografías, la música (me compré una mesa de mezclas para poder hacerlo), no dormía por la noche de los nervios visualizando cada detalle. Eso sí, me encantaba rodearme de un gran equipo que me ayudaba en todo: por ejemplo, en muchas ocasiones contaba con la inestimable ayuda de la modelo Coro Pereira, una verdadera maestra a la hora de dirigir a las modelos en las coreografías.

Un pequeño descanso, nos vamos de paseo con Luisa…

Si echas la vista atrás, ¿te has quedado con ganas de hacer algo?

Una de las cosas que me he quedado con ganas de hacer es celebrar un desfile con esas modelos con las que colaboré en aquella época, tenían un estilo increíble y lo siguen teniendo, continúan estupendas; sería tan bonito…

¿Dónde se inspira Francis Maiso?

Londres es la principal central de tendencias, sin ninguna duda. Empezamos yendo a París pero yo lo encuentro más light, Londres es más innovador y agresivo. En mi opinión no debes copiar lo que ves… Lo que ves solo debe servirte para coger ideas de cara a crear tu propio estilo.

¿Sigues yendo a Londres a menudo?

Sigo yendo a esa increíble ciudad varias veces al año, y no sólo me inspiro en las modelos de los desfiles, también en las personas que asisten a verlos: en esos asistentes puedo encontrar muchas veces ese “estilazo” que me deja enamorado.

Pero hay otro sitio mucho más cercano que te inspira…

Sin duda, es Mompás. Este sitio me llega al alma, puede sonar a locura pero de algún modo me habla, al igual que me hablan los cabellos de mis clientas. Todos los desfiles que he puesto en escena los he visualizado previamente en mi mente estando en este lugar: para mí es un enclave realmente mágico. De hecho ya le he dicho a mi equipo que me encantaría que esparcieran mis cenizas allí… (su mirada azul centellea).

¿Por qué crees que has logrado llegar tan alto?

Porque me apasiona mi trabajo, no me imagino haciendo otra cosa y estoy encantado de seguir viniendo todas las mañanas a trabajar. Por mi carácter tiendo a buscar siempre la perfección y en ese sentido soy bastante “asqueroso” dando la “pelmada”, mi equipo me debe de odiar (risas de todos los que acompañan a Francis en esta entrevista).

¿Has sido un gran maestro?

Hemos sido (Francis tiende siempre a hablar en plural), yo aprendo de los profesionales que forman mi equipo todos los días. Con Susana llevo veintisiete años, es mi mano derecha y la que me aguanta día y noche, con Miren llevo desde que ella tenía diecisiete años y Ainhoa lleva veintidós años conmigo, Ane también lleva muchos años y David es el “niño”, lleva cuatro años en la peluquería. Hay compañeros que montaron durante un tiempo sus respectivas peluquerías y luego volvieron conmigo, lo cual me honra.

Francis Maiso se siente orgulloso cada vez que nos habla de su equipo: de Susana dice que es rapidísima a la vez que una excelente profesional en su trabajo, al igual que Ane, que es una maravillosa “hormiguita” en la peluquería. De Miren comenta que es una auténtica artista a la hora de utilizar el secador de mano, él intentar imitarle pero es imposible (la mano no le da para tanto) De Ainhoa, señala Francis, que corta a las mil maravillas y de David, que trabaja genial el campo del color. En la entrevista faltan Myriam, que ha sido mamá y está de baja maternal, Oihane y Keren, que está de prácticas, pero Francis no quiere dejar de mencionarles.

¿Qué valores piensas que ofrece vuestra peluquería?

Cuando entra una clienta por la puerta y la dejas fantástica esa es la mejor tendencia de todas. Satisfacer personalizando, no imponiendo algo por mucho que se lleve: esta es la filosofía de mi salón. Yo siempre digo a mi equipo que hay clientas que hacen un esfuerzo económico para venir, por ello hay que dar lo mejor, al cien por cien. Darle a la clienta esa alegría y que además le dure: nuestros servicios son de una calidad extrema.

La verdad es que viendo tus cortes, son auténticos trabajos de arquitectura con el cabello…me han dicho que te puedes tirar ¡¡una hora!! realizando un corte.

Fácilmente sí, y mis cortes de pelo pueden durar entre seis y ocho meses sin perder su estilo.

¿Qué es lo que más te gusta a la hora de abordar un cabello?

Cortar, sin ninguna duda, dar volúmenes para lograr composiciones con mucho estilo. Yo definiría el corte de pelo como la preparación de un lienzo para luego darle color con el pincel.

Hablando de cortar, llama muchísimo la atención el puesto de trabajo de Francis Maiso, ¡¡es personal e intransferible!! Sobre la mesa se puede observar una hilera de magníficas tijeras, más de quince (se intuye que tienen una alto valor), están pulcramente ordenadas y alineadas. Creo que si Francis cerrara los ojos, podría coger con acierto esa “tercera tijera de la fila” que justamente necesita para dar un corte específico al cabello.

¿Qué es más importante, un buen corte o un color bonito?

Ambos son importantes de forma indisoluble. Un buen corte junto con el color adecuado pueden otorgar belleza, gracia, soltura, atractivo, personalidad… y siempre hay que saber combinar ambas para adecuarlas a la personalidad o al momento de cada uno.

Harás mucho de psicólogo…

Mucho, hay que saber escuchar a la clienta; depende de cómo venga no puedes hacerle un corte de pelo muy rompedor por mucho que te apetezca.

¿Piensas que todas las mujeres pueden arriesgar en su peinado?

En su peinado sí porque no es permanente, pero en un corte de pelo hay que ver cómo es esa persona.

Me imagino que tendrás clientes de toda la vida…

Sí, y tengo clientas que vienen desde diferentes puntos de la geografía solo para que les corte el pelo.

¿Piensas Francis que las tendencias han cambiado?

Sí, las modas siempre cambian… cíclicamente, todo vuelve y a la vez se renueva.

Francis Maiso, desde los diecisiete,  viaja cada año a Brasil para seleccionar la colección de bañadores y biquinis que pone a la venta en su establecimiento. Son diseños de máxima calidad y de lo más especiales.

Quiero preguntaros a vosotros, el equipo, que estáis junto a Francis en este entrevista… Dinos Miren, ¿Soléis peinar a Novias?

Sí, en general vienen a peinarse a la peluquería, lo cual es preferible, pero últimamente nos están pidiendo que seamos nosotros los que vayamos a su casa o a la habitación del hotel, cosa que también podemos hacer… todo es hablarlo.

¿Y cuéntanos Ane, qué os piden en cuanto a estilos de peinado y maquillajes?

En general las novias ya se ven muy diferentes por el vestido que llevan, así que suelen querer un peinado y maquillaje que no les cambie demasiado. Se tiende a demandar peinados más naturales, aunque deben estar muy bien trabajados para que te duren todo el día. Hay que lograr que se mantenga perfecto ese “medio despeinado” que les gusta, y eso se consigue con un buen trabajo previo.

¿Pensáis que las clientas se dejan asesorar en general?

Miren: cuando una clienta te dice: “me dejo hacer” es para mí “lo más” ya que no tengo cortapisas: lo he visualizado previamente y sabes cómo le va a quedar.

Susana: Si, confían en nosotros como profesionales.

David: En general las clientas vienen con algo de idea sobre lo que quieren que les hagas, pero te suelen dejar rienda suelta para completar la última fase del look; el color es fundamental a la hora de rematar el estilo.

Francis: El público que viene a nuestra peluquería lo hace porque le gusta “el estilo Maiso” pero cada uno somos diferentes y eso es lo maravilloso. Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio estilo de hacer las cosas y las clientas ya suelen saber quién quiere que les atienda por tener un cierto “feeeling”.

Hablando de “feelings” Francis, no puedo dejar de mencionar a Gori García Mansó, tu pareja desde hace 40 años y tu marido desde 2006.

Gori me ha dado máxima estabilidad en mi vida, le debo mucho y me siento feliz con él. Nos conocimos cuando vino a trabajar con nosotros a los diecisiete años y no nos hemos separado. Él es un reconocido peluquero con una gran peluquería en Tolosa: Garman.

Hablando de su boda, en un comienzo Francis no quería organizar nada especial para ese día, aunque terminó haciendo una celebración que, por su originalidad, salió hasta en el periódico. Conociéndole no me extraña, hizo una fiesta memorable digna de las mil y una noches en la mítica “Kabusia”.

Muchísimas gracias Francis Maiso, ¡¡ha sido un auténtico placer conocerte!! Y gracias a todo el equipo.

¡Hasta la siguiente publicación! ¡Estad atentos!

¡Nos vemos!

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